Grupos radicales como Hamás
El conflicto árabe-israelí data de la creación del Estado de Israel el 14 de mayo de 1948 en la ciudad de Tel Aviv. Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, los aliados vencedores, motivados tanto por presiones políticas de los judíos al interior de sus países como del deseo histórico de otorgar un hogar a los desplazados por el nazismo, la Organización de las Naciones Unidas, con el respaldo de los Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, había reconocido previamente la partición de Palestina, lo que cimentaría el rumbo hacia el nacimiento de Israel en aquellas tierras que históricamente habían pertenecido al pueblo judío.
A partir de ello, y acuciado por las ambiciones expansionistas de Israel, el territorio palestino fue gradualmente absorbido a lo largo de conflictos bélicos durante las décadas de los sesenta y setenta. A pesar de los reiterados reclamos internacionales en el seno de las Naciones Unidas, los israelíes se han obstinado en su expansión en los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania.
Estos territorios ocupados ilegalmente a la luz del derecho internacional por el Estado de Israel han provocado el ascenso de grupos radicales como Hamás, los cuales se empecinan en la completa e incondicional liberación de las tierras palestinas. Hoy este partido político, considerado por Israel, Estados Unidos, entre otros, como un grupo terrorista, gobierna los destinos de los residentes de Gaza, en un continuo intento de contravenir los intereses expansionistas israelíes.
No obstante las innumerables intervenciones internacionales dirigidas a dirimir el sempiterno conflicto israelí-palestino, ambas naciones parecen envueltas en una eterna vorágine de acontecimientos que amenazan con enterrar para siempre cualquier atisbo de paz entre los pueblos.
En este contexo, a lo largo de los últimos días, revueltas árabes han tenido lugar en lugares como Jerusalén del Este y Cisjordania. Hamás, por su parte, no ha cejado en su empeño de apoyar las revueltas mediante el lanzamiento de misiles dirigidos contra Tel-Aviv: capital israelí mayormente reconocida por la comunidad internacional. Según datos recientes, se había registrado al menos 50 palestinos fallecidos y 230 heridos, al momento que la opinión pública internacional se suma al llamado de la paz.
Adicionalmente, Benny Gertz, Secretario de Defensa israelí aseguró que aquellos ataques no eran más que un nuevo comienzo de la respuesta de su país contra las revueltas árabes y contra los lanzamientos de misiles proyectados desde Gaza. Tor Wennesland, funcionario de Naciones Unidas responsable de las gestiones de paz en esa región del mundo, llamó el pasado martes a ambas partes a evitar la escalada del conflicto y a continuar con las complejas negociaciones en curso.
En suma, los acontecimientos de los ultimos días han recordado al mundo que aún existe, en aquella pequeña región de Asia Menor, un conflicto cuasi irresoluble que ha marcado irremediablemente la segunda parte del siglo XX y las primeras décadas del XXI. En este tenor, y con miras a la profundización del tema, recomiendo ampliamente los estudios realizados por Martin Gilbert, historiador británico que dedicó una buena parte de su vida académica al estudio del pueblo judío y de los acontecimientos que sacudieron – y aún lastiman- a las naciones de Israel y Palestina.