Gran Bretaña fue el primer Estado en reconocer la independencia de México en 1821.
El pasado 9 de abril falleció, en el castillo de Windsor, el príncipe Felipe de Edimburgo, consorte de la reina Isabel de Inglaterra. La noticia ha sido ampliamente difundida en todos los medios internacionales, pues no se trata de un asunto menor. El príncipe, en tanto que marido de la reina, la acompañó durante décadas en las ceremonias oficiales de apertura del Parlamento, así como en numerosos eventos de Estado. Hoy, jefes de Estado y de gobierno han expresado a la reina sus más sentidas condolencias.
La muerte del príncipe Felipe sí que reviste importancia para México. El lector recordará que Gran Bretaña fue el primer Estado en reconocer la independencia de nuestro país en 1821, en el contexto de su larga batalla contra los intereses de España.
Sin embargo, no sería hasta el 24 de febrero de 1975 cuando el primer monarca británico, en este caso, la reina Isabel II, visitaría México, acompañada, desde luego, de su marido el príncipe consorte. Es decir, Felipe de Edimburgo fue testigo de un evento histórico sin precedente en la historia de la relaciones bilaterales entre México y Gran Bretaña.
La monarca y su marido arribaron, a bordo del yate Britannia, a las costas de Cozumel, y luego viajaron vía aérea hacia la Ciudad de México. Allí fueron recibidos por el presidente Luis Echeverría. Más tarde, el presidente mexicano les ofreció una cena oficial en Palacio Nacional. A lo largo de los siguientes días, Isabel y Felipe realizaron un corto viaje en estados como Guanajuato, Oaxaca y Veracruz.
De acuerdo a las posteriores declaraciones de la reina Isabel y del príncipe Felipe, el pueblo mexicano les generó una grata impresión, y al igual que lo ocurriese mas tarde con otros personajes como Juan Pablo II, México dejó una positiva impronta en la memoria de la pareja.
Sin embargo, el viaje del 1975 no fue el único que realizó el príncipe Felipe. En 1964, fue enviado por la reina a México en calidad de embajador extraordinario ante el presidente Adolfo López Mateos, y luego, visitaría nuevamente nuestro país en solitario durante la presidencia de Miguel de la Madrid.
Finalmente, el fallecimiento del príncipe Felipe ha abierto la ruta hacia nuevas especulaciones en torno al futuro del reinado de Isabel II. Ha trascendido que la monarca, cercana a los 94 años de edad, ha considerado la abdicación en favor de su hijo primogénito y heredero de la corona británica: Carlos de Gales. Sin embargo, ningún medio oficial ni el palacio de Buckingham o algún miembro de la familia real se ha pronunciado en este sentido.
El presidente López Obrador lamentó el fallecimiento del príncipe consorte, y expresó las condolencias del pueblo de México a la reina y a los británicos. Uno hubiera deseado, en este contexto, que el presidente mexicano se refiriese el evento sin precedente del cual fue protagonista Felipe de Edimburgo en 1975. Sin embargo, existen muchos detalles de la historia de México que suelen pasar inadvertidos.