El INE se ha convertido en el enemigo número uno del presidente López Obrador y de sus aliados en el Congreso. A pesar de haber sido la institución que hizo posible su abrumadora victoria en 2018, el jefe del Estado y sus correligionarios expresan diariamente su animadversión hacia el árbitro electoral.
¿Qué puede pasar con el INE?
AMLO, en su búsqueda incesante de centralización del poder político, ha optado por lastimar, sea presupuestalmente o a través de su eliminación, los organismos autónomos del Estado mexicano, mismos cuya misión reside en servir de contrapeso al poder Ejecutivo.
Deshacerse del INE requeriría una mayoría calificada en ambas Cámaras del Congreso, pues la existencia del instituto y sus prerrogativas se encuentran garantizadas en el artículo 41 constitucional.
El INE podría desaparecer
Por tanto, si Morena y sus partidos satélites ratifican el actual número de escaños en la Cámara de Diputados, sumado a sus apoyos en el Senado y al respaldo del ocupante de Palacio Nacional, el INE podría ser objeto de desaparición, tal y como fue su cuasi homónimo en materia educativa, a saber, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).
Sin embargo, aun con mayorías, AMLO deberá realizar un ejercicio de auscultación con el objetivo de conocer si valdría la pena gastar su capital político en la eliminación de una institución como el INE. Ciertamente, no lo intentará antes del 6 de junio, por lo que quedaría relegado a la apertura de sesiones de la próxima legislatura.
Si, en cambio, Morena pierda la mayoría en la Cámara baja, la oposición será capaz de plantar cara al partido del presidente, no únicamente para proteger la integridad constitucional del INE, sino para combatir a la autoproclamada cuarta transformación en términos de leyes y presupuestos.
En suma, si Morena pierde la mayoría calificada, el INE y otros organismos constitucionales autónomos habrán garantizado su permanencia, y si ese mismo partido pierde la mayoría simple (lo que se antoja poco probable de acuerdo a los resultados arrojados por las encuestas) la oposición podrá bloquear iniciativas de leyes, y aun más importante, ganará el control del presupuesto, lo que significaría un varapalo inconmensurable para López Obrador.
En suma, aquellos mexicanos que creen en la labor del INE y en sus contribuciones a la democracia mexicana en términos del aseguramiento de elecciones limpias, deberán salir votar contra Morena y los suyos el próximo 6 de junio. Si retomamos aquella célebre frase latina atribuida a Julio César tras cruzar el Rubicón, la suerte está echada.