A dos meses de que los mexicanos salgamos a votar el ex presidente del Partido Revolucionario Institucional Enrique Ochoa Reza entrega la dirigencia partido dentro de la carrera presidencial y muchos otras candidaturas federales y locales, con un bajísimo nivel de aceptación y preferencia entre los mexicanos, pero toda la culpa no es del tocayo del presidente Enrique Peña Nieto, también tiene que ver con todas las malas mañas, corrupción, nepotismo y manejos administrativos deplorables por parte de los funcionarios y políticos priistas que muchos se encuentran tras las rejas como Javier Duarte y otros en procesos con graves acusaciones de enriquecimiento y desvío de recursos como César Duarte.
La mano dura de René Juárez Cisneros
La llegada de René Juárez Cisneros a la dirigencia Nacional del PRI da la sensación por el carácter fuerte del ex gobernador de Guerrero que será para cerrar las filas en la etapa final de las elecciones apuntando a todos los priistas, verdes y aliancistas hacia el objetivo electoral de posicionar a José Antonio Meade rumbo a la presidencia de la República.
Un caso perdido
La estrategia priistas de poner como candidato a la presidencia a un “honorable” y “prominente” servidor público que no es militante del partido que hoy tiene insatisfechos a muchos o quizá a la mayoría de los mexicanos, no rindió sus frutos ya que José Antonio Meade o fue formado como líder desde tiempo atrás, su formación fue siempre a la sombra de presidentes o secretarios de estado donde agachar la cabeza levemente es parte de la cordialidad pero que al mismo tiempo forma una manera de actuar. Se nota en sus discursos, en su manera de dirigirse al pueblo con el que no conecta, en su manera de caminar, hablar y vestir que no se ve poderosa como la debe de tener un líder.
Campañas y elecciones
En el contexto de una contienda electoral existen dos rubros sumamente importantes que deben ser cubiertos por los partidos políticos y los candidatos.
Las campañas donde se realizan los recorridos por el país, los estados, municipios o colonias realizando mítines junto a las brigadas que reparten la publicidad política del o los candidatos, los debates y los spots de radio, redes sociales y televisión aunada a la guerra sucia contra los oponentes electorales y la fase final donde el día cero es el que realmente cuenta.
1 de Julio, día de la elección
Más allá de lo que usted pueda ver en los medios de comunicación donde un candidato como Andrés Manuel le lleva alrededor de 20 puntos de ventaja a su más cercano adversario, el día de las votaciones cuando los mexicanos registrados en el INE con credencial para votar y con la intención de hacerlo, pueden ser influenciados antes de llegar a las casillas para cambiar el sufragio, puede ser alterado el conteo de las listas nominales y pueden realizarse un sinfín de triquiñuelas para que quien no salga a votar sea reemplazado por un fantasma que lo haga por usted a favor de un candidato en especifico.
La llegada de René Juárez Cisneros apunta más hacia el cierre de filas para el día de la elección donde los funcionarios y representantes de casillas de la alianza entre los tres partidos que apoyan a José Antonio Meade tengan una funcionalidad mucho más activa y en función de dirigir el voto de su candidato hacia las urnas y hacer que los que se abstengan de votar “si” lo hagan por el PRI.