El presidente de los Estados Unidos Donald Trump declaró que “a Venezuela le irá bien con nosotros” y se refirió este martes a la situación venezolana en el marco de su participación en el Foro Económico Mundial, que tiene lugar esta semana en la ciudad suiza de Davos. Considerando que el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, también viajará a Davos esta semana, y el hecho que la administración de Trump ha sido una férrea defensora de la oposición venezolana, se ha especulado con la posibilidad de que ambos mantengan una reunión bilateral.
Mientras tanto el presidente López se tiene que sujetar a la agenda del presidente Trump y ser atendido por mensajeros como hasta ahorita ha sucedido, es decir, mientras que Juan Guaidó es y no es, el presidente de Venezuela tendrá una reunión bilateral con el socio más importante de México en el evento económico más importante del mundo. El foro cuyo objetivo es “mejorar el estado del mundo”, asisten más de 3000 celebridades del mundo económico y político.
Muchos aprovechan para hacer negocios, para atraer inversiones, incluso para influenciar en la agenda global. El problema que tenemos en México es que el presidente López, ni sabe hacer negocios en beneficio del país, menos sabe atraer inversiones, de hecho, es al contrario, las ahuyenta, mucho menos podrá influir en una agenda global.
Cree el presidente López que es más importante estar anunciando en las mañaneras cualquier cantidad de distractores posibles para evitar dar respuesta a los temas importantes del país, entre ellos el económico, es más importante hacerle como le hacía Tato en la isla de la fantasía, que dar respuesta con estrategias económicas que permitan la generación de riquezas.
Las cosas en México no van a variar, sigue sin haber una presentación de una estrategia económica que revierta la situación actual, que genere economía, que genere empleos. Alberto Einstein decía: si quieres obtener resultados diferentes, tienes que hacer las cosas diferentes. El presidente López pretende seguir aislado del mundo, no asistirá a Davos en donde puede agendar reuniones con los inversionistas más importantes del mundo o tener reuniones bilaterales con los mandatarios que a México más le generen importancia, por ejemplo, reunirse con los Chinos para que abran sus fronteras a los productos mexicanos por lo menos al doble del actual, mientras que China le vende a México 7 dólares, México apenas le puede vender 1 dólar, por lo menos que en los próximos años les pueda vender el 50% de lo que ellos venden a México, por ejemplo.
Para reducir la dependencia de México de Estados Unidos, se requiere diversificar la economía, mientras que el comercio entre USA y México oscila alrededor de los 500 MMD al año, con un superávit para México de alrededor de 75 MMD, el comercio entre China y México cuantifica alrededor de 82 MMD , con un déficit aproximado del 91%. El mantenerse aislado del mundo, no te permite ser observado en el mundo, nadie va a invertir con quien no te da la cara, o simplemente en el foro haces negocios o provocas inversiones con los que van, no con los que no van.
El no alzar la voz en el mundo además de perder espacios en el protagonismo mundial, se pierden oportunidades para generar economía en México. La riqueza la tiene México, pero se requiere generar la economía, para generar economía se requieren inversionistas que exploten esas riquezas, nacionales o extranjeros o incluso el propio gobierno. Hay que ser claros, explotar no es que al concesionario le regalan la riqueza obtenida, no, quiere decir que le permites trabajar para que genere una utilidad, a cambio de un porcentaje del producto extraído, pero ahora sí como dicen el argot beisbolero, ni pichan, ni cachan, ni dejan batear y además se ponchan y les hace trampa el ampáyer y el ampáyer son ellos.
El próximo G20 será en Arabia Saudita, digamos que menos mañaneras y más cumbres.
Don julio, hablemos de política
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