El gran problema del abastecimiento de medicinas son las compras corporativas, la gran solución no son las ventas corporativas, ahora resulta que la solución que está dando el gobierno federal es comprar medicinas chinas, piratas, medicinas que no cumplen con las normas establecidas por la Organización Mundial de la Salud, confirmado por la misma organización.
Llegar a esa toma de decisiones, es acción de principiantes, es cuando se comienzan a analizar los mercados de las medicinas y de repente llegan a China y les sorprenden los precios tan económicos. Según los chinos dicen que no es que no vendan calidad, lo que el cliente compra son productos baratos, pero dicen que el mercado chino hay de todo, bueno, bonito o barato, depende del comprador lo que se lleva.
Evidentemente el barato, aunque sea el mismo producto que el de calidad, no cumple con los estándares normativos, porque eso incrementa el precio y los productos que cumplen con esos estándares, cumplen con la calidad, pero son más caros.
Cuando Vicente Fox entró al poder ofreció privatizar la educación y que cada padre de familia decidiera en donde estudiarían sus hijos, el gobierno pagaría la colegiatura correspondiente, como funcionaron las estancias infantiles, evidentemente ni siquiera fue una iniciativa de ley, el mercado legislativo en su mayoría era opositor. Luego el partido verde hizo una campaña de una ley que nunca sacó adelante: “si no hay medicinas, que el gobierno las pague”
Ahora en el argüende de quién es el responsable del desabasto de las medicinas, si Calderón o que los laboratorios escondieron los medicamentos y se caducaron, ¿después de un año?, ahora la compra de medicamentos piratas, resulta que el abasto de medicamentos se estabilizará hasta diciembre.
Otro de los grandes problemas de abastecimiento de medicinas es que los surtidores establecían previa mochada con el gobierno, precios muy elevados y les eran asignadas las licitaciones, ahora el asunto no cambia, solo cambia el proveedor, ahora le asignan a un compadre, pariente 4T.
Hay una solución simple y sencilla fuera de moches y de solución a mediano plazo, basado en la iniciativa “si el gobierno no tiene medicinas, que el gobierno las pague”. Lo que el gobierno puede hacer es licitar precios de referencia al público de medicamentos y que el público decida a quién le compra el medicamento, claro que eso no le deja nada de provecho al gobierno excepto el beneficiar al pueblo.
El gobierno junto con las farmacéuticas debe establecer el cumplimiento de la normatividad en los medicamentos y establecer el precio de referencia que deberán de ofrecer las farmacias al público en general, el paciente con receta del centro de salud podría acudir a cualquier farmacia a surtir su receta entregando un vale que la farmacia podrá acreditar con la farmacéutica, así como la farmacéutica podrá cobrar al gobierno.
Si la farmacia decide dar el medicamento más caro al precio de referencia, el paciente tendrá que pagar la diferencia o acudir con una farmacia que le venda el medicamento a precio de referencia. Por ejemplo, en el caso de los medicamentos para el cáncer, el paciente podrá ponerse de acuerdo con la farmacia de su preferencia, para que le tenga en tiempo y forma cada medicamento, en razón de la calendarización de su tratamiento.
Las instituciones no tendrían que administrar grandes inventarios, la actividad económica de medicinas se diversificaría a la libre competencia y no solo a uno o dos laboratorios, además de medicamentos con precios semi controlados, evitando el monopolio gubernamental y farmacéutico de medicinas, y en gran medida los sobre precios; bueno, pero habría un gran problema, ningún funcionario recibiría su respectivo diezmo.