Si un día nos hubieran dicho que tendríamos que realizar un confinamiento en casa debido a una pandemia, posiblemente no lo hubiéramos creído real, pues resulta como sacado de una película; sin embargo esta es hoy nuestra realidad.
Sin distinción alguna y a nivel mundial todos, todas estamos en riesgo de contraer este virus que ha venido a mover todas las cosas en todo el mundo. Lamentablemente no todas las personas pueden quedarse en casa con goce de sueldo; existen diversas aristas en esta cuarentena: quienes pueden quedarse en casa y hacer home office, quienes tienen que salir y arriesgarse para ganarse el pan de cada día, o quienes se quedan en casa pero sin trabajo y por lo tanto sin goce de sueldo debido a que sus centros de empleo tuvieron que cerrar por ser considerados como no esenciales.
El tema del arte y la cultura siempre ha sido, al menos en México, un sector desprotegido y en la crisis de coronavirus quedó esta situación completamente en evidencia, pues todo este sector ha sido afectado de una u otra forma; en el caso específico de la danza existen también diversas caras de la moneda.
Los bailarines, las bailarinas pertenecientes a compañías con un presupuesto designado, como lo es la Compañía Nacional de Danza o el Taller Coreográfico de la UNAM se han ido a casa con goce de sueldo, sin embargo en el caso del Taller los pagos han sido retrasados por falta de personal lo que lleva a un estado de incertidumbre por parte de los integrantes.
Los bailarines, las bailarinas freelance han sido uno de los sectores más afectados debido a que no tienen un contrato anual firmado o prestaciones de ley, por lo que se fueron a casa esperando esta situación pase pronto, pero con una incertidumbre aún mayor por la falta de ingresos, con los que nadie esperaba dejar de contar.
Todos, todas se ha ido a hacer home office, pero... ¿cómo hace home office un bailarín, una bailarina? Es un poco complicado. Sus salas se han convertido es su mini salón de danza, adaptando una silla, un buró, la pared o lo que se pueda como su barra de entrenamiento, por lo que el mercado de las barras móviles ha tenido demanda en este periodo. Aunque en muchos casos o se compra una barra para seguir entrenando o se guarda esa reserva de dinero para aguantar lo que queda del confinamiento.
Además de lo anterior, hay que considerar que los bailarines, las bailarinas necesitan un piso especial para evitar lesiones, lo que en sus casas no tienen; para eso se acude al salón de danza que es amplio y en el que se promueve la competencia y mejora continua. En este periodo de confinamiento la disciplina es de vital importancia para no desentrenarse y mantener el ánimo, pues el ritmo de vida al que se está acostumbrado en este medio es a estarse moviendo todo el tiempo.
Otra derivación en el gremio de la danza son los maestros de danza quienes han sido sumamente afectados en este periodo pues todas las escuelas, academias, clubes, etc. donde se imparten las clases han sido cerrados; en muchos casos no sabemos si sobrevivirán a estar parados por lo que quizá muchos vayan a la quiebra y no se logre retomar el trabajo, situación que sin duda avecina una gran crisis para numerosas familias.
Por otro lado, un 50% han tenido que migrar sus clases presenciales a clases en línea, como en muchos otros sectores de la docencia, hecho que ha resultado un tanto problemática pues en niveles formativos el dar una clase física por video resulta complicado: es necesario tener un contacto físico para explicar y corregir, debido a que se trata de una disciplina que se ejecuta físicamente; sin embargo, se está realizando un gran esfuerzo para no perder el hilo de la enseñanza y seguir teniendo avances a pesar de la distancia.
Pero no todos tienen esa posibilidad, pues transmitir vía internet requiere de una conexión rápida, una computadora y, en su caso, un buen equipo para grabar clases. Son aspectos con los que no todos cuentan y en este tiempo en el que no recibes ingresos, o pagas tu cuenta de telefonía e internet, que en los últimos periodos los precios han ido en ascenso y no han realizado alguna concesión por esta crisis, o guardas ese dinero para comer.
Un hecho que ha llamado mucho la atención y ha resultado muy reconfortante es que muchos maestros a nivel mundial están ofreciendo clases por Instagram live, Facebook live y Youtube, totalmente gratis para que los bailarines, las bailarinas profesionales o estudiantes de nivel avanzado puedan seguir entrenando, hecho que ha sido un gesto muy gratificante para el gremio de la danza. Nos muestra que a pesar de la crisis y de que muchos no reciben ningún ingreso por eso, lo están realizando como un gesto de fraternidad y empatía y ha abierto la posibilidad de que se pueda gozar de clases con maestros que en otro momento no hubiera sido posible tomar clase o si quiera tener un acercamiento fácilmente.
Diversas compañías a nivel mundial han liberado obras para disfrutar durante este periodo, y ha habido un sinfín de oferta cultural por internet para disfrutar y pasar el rato, producciones que cuestan mucho dinero y esfuerzo y que se liberaron totalmente gratis y yo me pregunto, ¿no se debería valorar más el arte y la cultura, aún más en este periodo?, ¿qué sería de este confinamiento sin un buen espectáculo, película, música, libro, serie, obra, etc?, ¿quién de nosotros podemos pasar el confinamiento sin alguno de éstos?
Pues todos estos productos culturales son hechos por creativos, artistas y un gran equipo que actualmente está desprotegido y al final de la cadena alimenticia y que posiblemente el 75% de ellos ya no tenga trabajo al terminar el confinamiento porque estas actividades son consideradas como “no esenciales”; esperemos que el gobierno y dirigentes volteen a ver este sector en el que rara vez piensan o muestran empatía y que sí han aprovechado este periodo para retirar apoyos a diversos fondos destinados a la cultura.
Aunado a todo lo anterior viene la pregunta que todos nos hacemos :¿cuándo regresaremos a la normalidad? No tenemos respuesta, pues todo depende de cómo se muevan las cosas y la prudencia de las personas, lo que sí es un hecho es que los teatros, centros culturales y clases grupales culturales, serán los últimos en abrir y para ese entonces el gremio dancístico no sabremos en qué estado se encontrará ya que se avecina una crisis a nivel mundial que afectará fuertemente a todos de alguna manera. Esperemos el gobierno apoye de estas aristas de la danza y al sector cultural.