Tras haberle marcado alto a su vehículo un oficial de tránsito de Pachuca, Yokabeth Malpica Montoya, cuñada del actual dirigente del Comité Ejecutivo Estatal (CEE) del PRI, Alberto Meléndez Apodaca, hizo muestra de su influyentismo al insultar al agente y huir impunemente de la sanción que conlleva trasladar a un menor en el asiento delantero. Derivado de que remató con la frase: “Yo sí estudié, eh”, fue bautizada en redes como #LadyEstudiosa.

Malpica Montoya es esposa de Julio César Meléndez Apodaca, quien a su vez es hermano de Alberto –de mismos apellidos-, el cual tuvo un paso controvertido en la vida política como presidente municipal de Pachuca.

Meléndez Apodaca actualmente es hombre de toda la confianza de Francisco Olvera Ruíz, actual gobernador de Hidalgo, quien le impulsó para encabezar el CEE del PRI. Entre sus funciones se encuentra la de intervenir para el nombramiento de regidores en los diversos municipios de la entidad donde habrán de celebrarse comicios el presente año, toda vez que en materia de legisladores locales y federales, así como de aspirantes a alcaldías, la decisión recae en el mandamás hidalguense que actualmente es Secretario de Gobernación.

Dado el alarde sobre su formación académica, en redes sociales se proporcionaron datos sobre su alma mater, que al ser constatadas, muestran que efectivamente Malpica Montoya estudió Contaduría en el Centro Universitario Hidalguense (CUH), una institución que si bien no es particularmente reconocida por su prestigio, brinda facilidades para la conclusión de los estudios de los interesados, razón por la cual es una de las instituciones predilectas por los trabajadores de gobierno para continuar con su formación profesional.

 La mujer a la que le fue impedido el paso de su vehículo entre la empresa AutoZone y Plaza del Valle de Pachuca, por viajar con un menor en el asiento delantero, hace burlas en todo momento del elemento, como imitando a una persona con alguna discapacidad psicomotriz, e incluso, lo humilla diciéndole que por eso ella sí estudió, para no ser (policía) municipal.

 Por otro lado, cabe destacar que si bien un ciudadano puede videograbar la actividad de una autoridad, derivado de que son servidores públicos y su actividad está sometida en todo momento al escrutinio público –estando en una vía pública además-, los oficiales incurren en un delito al videograbar a un ciudadano, falta que habría cometido el uniformado.

Aquí los videos de #Lady Estudiosa: