Si alguien quiere leer un articulo absolutamente dogmático y anticomunista en la peor versión de esta palabra, recomiendo el publicado hoy lunes en El Norte, de Monterrey, por El Abogado del Pueblo (quien en Reforma firma como Manuel J. Jáuregui). Por lo visto, no hay avance en la prensa regiomontana. Duele encontrar en un diario tan importante, como lo es el hermano mayor de Reforma, expresiones tan anacrónicas que habrían ruborizado al propio Joseph McCarthy, el famoso inquisidor que dedicó su vida a perseguir comunistas en Estados Unidos.
Es más triste esta situación porque el Abogado del Pueblo (Manuel J. Jáuregui), quien es uno de los integrantes de la familia propietaria de grupo Reforma, ha escrito que Morena obligará a su casi segura candidata a gobernadora, Clara Luz Flores, a firmar un juramento de lealtad socialista, casi casi fascista, tanto al partido como al presidente López Obrador.
Si acaso Morena llegara a pedirle a Clara Luz un mínimo compromiso de respeto a los estatutos y principios de dicho instituto político, ello obedecería al hecho de que la posible candidata no es una militante. Todos los partidos lo hacen cuando recurren a personajes o personalidades externas para sus candidaturas. Es lo menos que pueden hacer antes de entregarles el vehículo sin el cual no llegarían a las distintas posiciones de gobierno.
Si ocurre algo como eso, no será mucho más que lo aquí descrito, l que es perfectamente esperable en cualquier organización. Pero de ahí a decir que se trata de un juramento “nazi-comunista” hay un trecho enorme que solo el fanatismo puede recorrer.
La verdad de las cosas es que la comunidad empresarial regiomontana, ideológicamente encabezada por Reforma / El Norte, ha entrado en pánico ante la posibilidad de que Morena gane la gubernatura con una candidata tan popular como la señora Flores. Por esta razón, en forma muy antidemocrática, los ideólogos del empresariado nuevoleonés han decidido recurrir al fantasma del comunismo, que sí asusta en una sociedad tan conservadora .
En lo estrictamente electoral la derecha de Monterrey no logró que el PRI, el PAN y Movimiento Ciudadano presentaran una candidatura común. Pudieron más las ambiciones de los dirigentes partidistas, pero la alianza en los hechos todavía podría concretarse.
El PRI muy probablemente hará candidato al alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza, aunque la candidatura también podría ser del presidente municipal de Apodaca, César Garza. Cualquiera de ellos sería muy competitivo en 2021.
Donde no hay una figura que destaque es en el PAN, partido que ha coqueteado con la idea de hacer, otra vez, candidato a gobernador a Felipe de Jesús Cantú, pero quizás tendrán que descartarlo porque se le ha involucrado en los escándalos de Odebrecht. Como Víctor Fuentes no es del agrado de la cúpula panista local, empieza a crecer la posibilidad de que un cartucho muy quemado pero con popularidad, Fernando Larrazábal, sea el abanderado de Acción Nacional. Este hombre tendría la ventaja, para la derecha empresarial, de que es muy amigo e inclusive socio del más fuerte de los priístas mencionados, lo que haría posible que antes de las votaciones cualquiera de ellos abandonara la contienda para favorecer al otro.
Todo lo van a intentar para parar a Morena que, desgraciadamente, con sus divisiones y pleitos internos, podría estar facilitando la triste tarea de destruir al partido de izquierda y a su candidata Clara Luz.