Utopía
En plena negociación sobre la iniciativa de ley para acotar severamente las generalizadas prácticas patronales de la subcontratación para conculcar los derechos de los trabajadores, establecidos desde 1917 en la Constitución, el líder de los dirigentes patronales, Carlos Salazar Lomelín adujo la tesis de que no es necesario abolir el outsourcing que elevó a rango de ley Felipe Calderón –autodenominado el presidente del empleo– al final de su sexenio (2006-12), sino que lo necesario es separar las “manzanas podridas” respecto de las que no están echadas a perder y conservar el manzano.
Resulta comprensible que el dirigente del organismo cúpula que agrupa desde los ejecutivos de las más importantes empresas del país, de los dueños de México agrupados en el exclusivísimo Consejo Mexicano de Negocios, hasta la filopanista Confederación Patronal de la República Mexicana, abogue aunque sin el dogmatismo y rijosidad de otros dirigentes, por los intereses de sus dirigidos, para eso fue elegido.
A propósito de las exigencias expresadas por varios voceros, aquí nos preguntamos el pasado 23: ¿Cuáles reglas quieren? ¿La subcontratación laboral? ¿Que no molesten a las factureras? ¿Que el Estado mexicano pierde cada año 9 mil 67.4 millones de dólares porque las trasnacionales transfieren sus ganancias a paraísos fiscales a fin de ocultar las que realmente obtuvieron en México?
Y salió el peine enseguida, estaban molestos entre otras cosas porque no fueron “consultados” acerca de la iniciativa de ley sobre la subcontratación laboral. Es su derecho, acostumbrados como estaban a influir muchísimo en el poder político y como dice el clásico “eso era antes”, “eso ya se acabó”. Y abrió el presidente Andrés Manuel una mesa de negociación con los líderes patronales y participarán dirigentes sindicales.
Mas lo que importa es rescatar la teoría de las manzanas podridas porque tiene como hilo conductor una postura analítica resumida en la frase que ya es lugar común y que los intelectuales orgánicos (del poder económico y financiero) usan como si el lenguaje padeciera de congelamiento: la cirugía que era para realizarse con bisturí fue hecha a machetazos, en la aplicación de tal o cual decisión, política o programa presidenciales.
Ahora el columnista Raymundo Riva Palacio (Estrictamente personal) hace la sensacional revelación de que coincide con buena parte de los objetivos de López Obrador, pero sólo difiere en los cómos. Tarde pero se dio cuenta el experimentado periodista que no tiene futuro atacar con una buena dosis de odio a AMLO e inventando que todos los días se va a jugar beisbol y deja encargado el “changarro”, que su lenguaje está hecho con dichos y frases del habla popular que le consiguen sus enviados por todo el país y, recientemente, como extraordinario psicólogo (perdón, querido Alexis) descubrió las ansias de “venganza” de Obrador.
Lo cierto es que unos y otros, líderes patronales, editores y periodistas damnificados por la políticas de la austeridad republicana que llevó a un brutal achicamiento de la pauta publicitaria y las concesiones, la cancelación de las compras de muchos miles de ejemplares de las revistas Nexos y Letras Libres, entre otras, y de “asesorías” que con frecuencia fueron aviadurías, empiezan a descubrir que la brega frontal en contra de AMLO y su gobierno tiene poco futuro sino es ajustada para presentarla envuelta en papel celofán, en términos un poco más sofisticados.
Acuse de recibo
Los que ordenaron el cierre de sucursales y cajeros bancarios por la emergencia sanitaria (semáforo naranja con “alerta al límite”), no contemplaron que obligan a los usuarios a desplazarse más en sus autos o en el transporte público, y de esta manera arriesgarse con las aglomeraciones, más aún si la información sobre las sucursales abiertas es equivocada… Los conductores y animadores del cierre de la colecta número 23 de Teletón por Las Estrellas y Canal 4 de televisión abierta, no recordaron ni respetaron la sana distancia, como ya es habitual en Televisa, Azteca, Milenio e Imagen… No le falta razón a Hugo López-Gatell, cuando afirma que los resultados de la pandemia serían otros “si no se tuviera una sociedad donde 50% de la población vive en condiciones formales de pobreza, aquejada de obesidad y sobrepeso, diabetes y cánceres causantes de muchos males, además de sistema de salud devastado por la privatización que se dio en gobiernos anteriores”… Salvo la opinión de los adversarios del doctor a quien tratan como “enemigo”, por ejemplo las senadoras del Partido Acción Nacional, en particular la neoconservadora y racista Lily Téllez, quien cuando reporteaba para Tv Azteca utilizaba vehículos del gobierno de Sonora para desplazarse y amenazaba a funcionarios como el buen –a pesar de su presunto anticomunismo– Samuel del Villar Kretchmar, procurador capitalino (1997-2000) y a principios de los 80 director de la revista Razones.