Homo hominis lupus o “El hombre es el lobo del hombre”. El presidente de México y su equipo lo han entendido muy bien, pues han tornado a la sociedad en dos bandos: el que lo apoya incondicionalmente y es ciego ante sus errores o, por decirlo de manera más amable, áreas de oportunidad; y el otro bando, el de cualquier persona, instituto o ente que se preste a hacer alguna crítica.
Thomas Hobbes decía que el estado natural del hombre es la guerra, sea intelectual o física; bajo está lógica, con un simple clavado en las plataformas digitales de las redes sociales podemos ver que los enfrentamientos son la normalidad y que la teoría de Hobbes podría tener algo de vigencia.
Con base en prejuicios o campos semánticos que sólo nos ubican entre chairos o fifís, entre ciudadanos de primera o neoliberales, o simplemente entre buenos y malos, la política del gobierno actual nos ha enseñado a … ¿Qué nos ha enseñado?
Nos ha enseñado a pelear como casi el único recurso pertinente, ha tornado las redes sociales en campos de batalla donde las posibles convergencias son ahora divergencias, donde es común ver la filtración de números telefónicos de figuras públicas para incentivar envíos masivos de mensajes de texto o a través de whatsapp o ver Trending Topics haciendo alusión a cuestiones personales como obesidad, gustos y preferencia sexual.
Los ejemplos sobran, recientemente podemos mencionar la “filtración” de fotos de Javier Alatorre en comidas con varones, la reciente mensajiza a la senadora Citlali Hernández, la golpiza tuitera de Chumel por su invitación al evento del CONAPRED o la filtración del número telefónico de Antonio Attolini.
Sesgada opinión puede ser la que tenemos los que basamos comentarios en el mundo digital, sin embargo en la calle se replican situaciones similares donde conflictos familiares y hasta pleitos maritales han tenido origen en defender o señalar algo - lo que sea - del gobierno actual.
Bajo la lógica de “todo estaba mal” dieciocho meses no han bastado para lograr cambios necesarios y sobre todo, cuando prometidos hasta el cansancio.
Tal vez y solo tal vez, no era tan fácil como se creía o sean en realidad pan con lo mismo.
Las crisis actuales: la del coronavirus y la económica han sacado a relucir fallas estructurales en el actual sistema que dejan mucho que desear. Por una parte, la comunicación a base de curitas para decir con claridad dónde y cómo estamos referente a contagiados o fallecidos, sin mencionar la aparente incongruencia en “dejar salir” aunque sea a algunos mientras el pico se mantiene se parece mucho a la incongruencia de algún titular del ejecutivo federal que se aferra a proyectos anquilosados o que tendrían lugar en la era Mesozoica, esa donde los dinosaurios gobernaban.
En fin, frente a las incongruencias o posibles errores del gobierno en turno, Hobbes les da la razón y por eso usan o abusan de la naturaleza conflictiva del ser humano para que mediante la confrontación entre nosotros, se les deje de exigir o al menos se desvíe la atención para enfocarla en otros asuntos de menor relevancia.
El Estado-gobierno que la 4T propone es parecido al del monarca impoluto, impecable, sabio, misericordioso y cercano a la divinidad, uno que hace decálogos como los que le pidieron a Moisés que mostrara al pueblo de Israel, ese del que Hobbes habló solo que aquí el resultado es un Estado o un Leviatán de cuarta, uno que no merecemos.
Sobre el autor
José Martínez Galaviz es consultor político especializado en comunicación digital y redes sociales; socio fundador del periódico Mexican Times. Economista egresado de la Facultad de Economia de la UNAM, y diplomado en “Marketing Político” por el ITAM.
Su experiencia incluye campañas presidenciales, estatales y municipales en todo México, fue Director de Comunicación Digital en el Gobierno del Estado de México.
Tiene una columna en SDP noticias y comentarista de La Octava, además de haber sido panelista en diversos programas de radio y televisión.
Tiene la certeza de un cambio social que provendrá de la participación a través del uso de las plataformas que el internet brinda.
@ElPepeGalaviz