Ésta es su principal objeción a las condiciones formuladas por el ex primer ministro y jefe de la Corriente del Futuro, Saad Hariri, quien se postuló para la presidencia del gabinete libanés, sin haber sido aún designado por el jefe de Estado libanés Michel Aoun, para un período de seis meses, que insiste en tener las manos libres para negociar con el FMI.
Sin embargo, al llevar a cabo sus propias negociaciones con varias fuerzas políticas libanesas para examinar sus puntos de vista sobre su candidatura, Hariri le ha otorgado al frente chií Hezbollah-Amal el derecho a nombrar ministros del gobierno chiíta siempre que no sean parciales.
El movimiento Amal ya se ha comprometido a otorgarle sus votos. Pero a Hezbollah le preocupa darle las manos libres en todos los asuntos. Surgen muchas dudas sobre la pronta aceptación de los términos del Fondo Monetario Internacional, informó el diario libanés al-Akhbar el pasado 19 de octubre. Condiciones que suelen recomendar la privatización del sector público y el control de los activos estatales.
Esta posición forma parte de las reservas expresadas por el jefe del bloque parlamentario de Hezbollah, Mohamad Raad, sobre el 10% de la hoja de iniciativa francesa, durante la reunión de fuerzas políticas con el presidente francés Emmanuel Macron. Se suman a las reservas sobre las elecciones anticipadas propuestas y justifican su vacilación con el Sr. Hariri.
Por otro lado, Hezbollah también rechaza los nombres propuestos por el Frente Patriótico, en este caso Jawad Adra o Jamal Kebbi. Creyendo que el destino de su gobierno sería similar al del gobierno saliente de Hassan Diab, que "no podría unirse dentro ni obtener apoyo desde fuera", informa al-Akhbar.
De todos los candidatos, no hay duda de que la opción recae sobre Hariri, escribe al-Akhbar, dadas las trágicas circunstancias en el país que atraviesa su peor crisis económica desde su independencia. Una crisis cuya responsabilidad es atribuida principalmente a los gobiernos que han gobernado el país desde el final de la guerra civil, gobiernos encabezados principalmente por Hariri y FP. Finalmente, quien será elegido tendrá que buscar durante su próximo mandato reparar el daño causado.
Sin embargo, la oposición más feroz al nombramiento de Hariri provendría principalmente de las falanges fascistas y cristiano-maronitas, el CPL y las fuerzas libanesas.
El primero pospuso el nombramiento, a través de su fundador y jefe de Estado Michel Aoun. El segundo se abstuvo de oponerse. Ambos parecían confiar en la renuncia de Hariri, explica al-Akhbar. Pero estaban decepcionados.
Mientras que el jefe de la CPL, Gebrane Bassil, muestra tenacidad al rechazar la candidatura de Hariri, el presidente se siente avergonzado, incapaz de ordenar un segundo aplazamiento, dada la delicadeza de la situación y la presión francesa. Tanto más cuanto muchos bloques parlamentarios se han resignado a concederle sus votos.
Incluidos "Desarrollo y Liberación" del movimiento Amal, "Encuentro Democrático" del Partido Socialista Progresista de Walid Joumblatt, "Marada" de Sleiman Frangiyeh, Reunión Consultiva, Tachnak Armenio. Además de diputados independientes.
Pero la CPL no se rinde. Incluso si el Sr. Aoun se resignara a nombrar al Sr. Hariri, en ningún caso renunciaría al nombramiento de los ministros del gobierno cristiano. Bassil, obviamente, sería su mano oculta.