El presidente Andrés Manuel López Obrador, ha dicho en repetidas ocasiones que es un humanista, que su filosofía es de no agresión, de no violencia y de tolerancia, no obstante que su lenguaje es violento, no lo puede controlar con el pretexto de que él es así, muy sincero, muy directo, muy francote – la franqueza no excluye cortesía – no es lo mismo decir una verdad que decir verdadazos y a la menor provocación, le brota, le sale natural, como decía el clásico “se le chisporrotea” desde endenantes el “cállate chachalaca” los “cerdos marranos” y hoy con más frecuencia, “fifís”, “neoliberales” y esta semana “farsantes” a quienes vetan sus leyes, ante la reciente expresión misógina del delegado del ISSSTE en Michoacán, a horas de haberse dado a conocer a la opinión pública, el presidente dijo que “hay que perdonar” no obstante el propio director del ISSSTE Luis Antonio Ramírez Pineda, reprobó las expresiones de su delegado, sigue en el cargo, bajo la protección del Presidente Obrador, ante el silencio de las feministas y luchadoras por los derechos de las mujeres y contra cualquier tipo de maltrato femenil, lucha en la que seguramente todos estamos de acuerdo, pero el Presidente no.
Detrás del perdón presidencial está su sentido humanista y pacifista – dicho por él – pero en el caso de Mireles, ante la inmediatez de la respuesta otorgándole el perdón el mensaje en principio es: está permitido insultar cuando se tienen el perdón del presidente garantizado, ese es el cambio de la 4T porque en el caso del PRI y Peña antes, cuando el diputado Francisco Moreno dijo un dicho ranchero muy mexicano de “caballo manso tira a penco, hombre bueno tira a pendejo y mujer bonita tira a … meretriz” el PRI de inmediato le quitó la candidatura a senador con la aprobación del presidente Peña, no obstante ser su amigo, pero esa antes, ahora “ya no es igual que antes” “ahora no, ya es distinto” dice el Presidente y “se cansa ganso” de que sigue ahí igual, con un “disculpe usted” y que reconozca que cometió un error, y lo importante es rectificar reconocer el error no caer en la autocomplacencia aunque “que se cansó ganso” de que hasta se haya cambiado la ley para imponer porfiriaticamente a Paco Ignacio Taibo Jr. en el Fondo de Cultura Económica, como se hacía “en los gobiernos anteriores” aunque no se documenta que se haya cambiado una ley, para nombrar a un funcionario, al menos yo no lo recuerdo, salvo el caso de modificar la ley para que un nieto de extranjero pueda llegar a la presidencia, como fue el caso de Fox, pero no era para él la reforma constitucional. El perdón del presidente presagia impunidad, alienta la comisión de faltas, violación de leyes y acciones delictivas, porque esperan el perdón ¡me canso ganso! ¡faltaba más! Si apelando a las mamacitas, ¡al carajo con la delincuencia!¡fuchi!¡guacala! la delincuencia sigue a la alza, se atropellan hasta instituciones encarnadas en soldados, marinos elementos de las fuerzas armadas.
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