El pasado 18 de febrero la Asamblea Nacional Electiva de Morena, aprobó la fórmula al Senado por el estado de Guerrero; en el segundo lugar, eligieron que fuera representado por la excomandante de la Policía Comunitaria de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), Nestora Salgado García.

Pero vamos por partes. Una tarde de agosto del 2013, en Olinalá, Guerrero, a bordo de una camioneta Nissan doble cabina, en la que viajaban, Nestora Salgado y su sobrino, Armando Torres Salgado, fueron interceptados por soldados pertenecientes a Batallón de Tlapa. 

En el momento de su detención, en la localidad ubicada en la región de la Montaña, era voz pública entre los pobladores del secuestro y extorsión, así como del abuso del poder de la policía comunitaria que encabezaba Salgado; era común escuchar de las cárceles de terror -casa de seguridad que llamaban “el Paraíso”-, donde encerraban, sin una investigación de por medio, a quienes a criterio propio de Nestora, infringían su ley. 

Pesan sobre Nestora Salgado 15 delitos penales y averiguaciones previas por secuestro, robo y homicidio en Morelos y Guerrero. Cuenta con antecedentes penales por cinco causas judiciales en delitos como secuestro, homicidio, privación ilegal de la libertad y robo, así como otras 10 averiguaciones previas y carpetas de investigación pendientes por consignar por los mismos delitos ocurridos en los años 2013, 2014 y 2015 en juzgados tanto de Guerrero como en Morelos.

Esos son los candidatos. De unos partidos y de otros. Todos en busca del poder. Y la sociedad y la ley, pues pueden esperar.