El 2020 pasará a la historia como el año que nunca quisiéramos haber vivido, retos inimaginables provocados por una crisis que nos golpeó sin avisar, y nos ha dejado aún cimbrados como sociedad. En esta atípica realidad, hubo varios personajes quienes para bien o para mal, se llevaron los reflectores y tuvieron efecto en el acontecer político de nuestro país.

Andrés Manuel López Obrador. El presidente lleva años, mucho antes de llegar a palacio nacional de ser uno de los liderazgos más influyentes en México. Como oposición su crítica pegaba y exigía una corrección de rumbo por parte de las autoridades. Ahora, desde la silla presidencial, con un estilo muy distinto a lo que estábamos acostumbrados de un presidente, sigue haciendo lo que mejor sabe hacer, poner la agenda nacional. Poco parece importarle la crítica, pase lo que pase, no cambia su discurso ni su rumbo, aunque en ocasiones eso trae consecuencias que terminan pesando de más.

Ricardo Salinas Pliego. El propietario de Tv Azteca se consolidó como el empresario favorito del gobierno de la 4T. Más allá de sus estrategias de distracción en redes sociales, en donde ha asumido el rol de personificar al “malvado millonario neoliberal” descrito en los guiones de este gobierno de izquierda; Salinas Pliego ha conseguido acercarse al círculo del poder, ha obtenido contratos por cientos de millones de pesos en dependencias como la SEP (donde hasta hace poco el Secretario era empleado de su fundación), hasta impulsar reformas que favorecen a sus negocios, como la Ley Banxico, en donde casualmente su ex empleada y neo panista Lilly Téllez, tuvo la deferencia hacia él, votándola a favor.

Carlos Loret de Mola. El polémico periodista ha llegado a ocupar el puesto que dejó vacante Carmen Aristegui, quien pasó de ser una periodista de investigación a una locutora. Loret no es una persona intachable, ha estado involucrado en escándalos mediáticos como el caso de Florence Cassez. Sin embargo, sus trabajos han dejado contra las cuerdas al gobierno federal, y es que, aunque se le ataque, no han podido salir a negar las acusaciones hechas en sus reportajes; al contrario, el gobierno ha tenido que emitir sanciones gracias a los señalamientos de este periodista, quien para desgracia de la 4T, cuenta con los suficientes recursos y motivación para seguir pegándoles donde más les duele.

Hugo López-Gatell. Pocos hubiéramos sabido de la existencia del subsecretario de no ser por la pandemia. El Dr. López-Gatell ha sido una figura controversial, primero porque le gustó el calor que generan los reflectores, y segundo porque ha optado por navegar por las aguas más calmadas, prefiriendo tener contento al presidente diciéndole lo que quiere escuchar, que presentarle los datos y convencerlo de tomar las acciones que en su momento eran las indicadas para el buen control de la pandemia. Lo contradictorio y confuso de sus mensajes, la soberbia y volatilidad de su carácter, y su perdida ambición de soñar guajiramente con llegar a la presidencia en el 2024, han cavado su tumba política, y desde el interior del mismo gobierno, hasta la lápida le pondrán.

Mario Delgado. Aún no esta claro que tanta decisión y libertad tenga el ex diputado como dirigente nacional del partido en el poder, lo cierto es que protagonizó una lucha interna que durante meses fue una verdadera batalla campal de pronóstico reservado. Destaca que se terminó imponiendo ante un experimentado Porfirio Muñoz Ledo y eso tiene su mérito. Veremos si en el 2021 no termina dándose cuenta de que en realidad se sacó la rifa del tigre. Delgado se juega el todo o nada en el próximo proceso electoral.

Samuel García. Un caso lamentable de fama política, pero que al regiomontano le ha funcionado. Nadie puede negar que Samuel es uno de los senadores más conocidos a nivel nacional, pero tampoco podemos negar, que 99 de cada 100 personas que lo conocen (si no es que más), no saben nada de su trabajo legislativo. El distinguido miembro del partido de Dante Delgado, prende una semana si, y la otra también, las redes y los medios nacionales por sus desatinos y ocurrencias, que parecen más bien salidas de un mal reality show político, en el que su pareja parece robarle la atención de la población. Veremos si a base de estos escándalos es premiado por Movimiento Ciudadano, el partido que dice tener una plataforma diferente, y pues sí, pero diferente no siempre es sinónimo de bueno.

Enrique Alfaro. El gobernador de Jalisco pintó su raya este año, después de un 2019 donde navegó calculando su ruta en cuanto a su relación con el gobierno federal. Alfaro asumió el liderazgo, por lo menos mediático, de la llamada Alianza Federalista integrada por 10 gobernadores, 4 de los cuáles terminan su periodo el próximo año. En la teoría, ha querido aprovechar el hueco que había en la oposición; en los hechos, ha quedado a deber. Sólo recordemos su promesa de hacer una consulta para salirse del pacto federal, para que unos meses después saliera con que no le da tiempo de hacerla. O su presunto desinterés por buscar la silla presidencial en el 2024, para poder cumplir su sueño de convertirse en técnico de futbol, ¿usted le cree?

Enrique Peña Nieto. El expresidente ha querido pasar totalmente desapercibido, tanto así, que el año pasado hasta con una peluca lo cacharon. Sin embargo, la caída de varios de sus ex colaboradores lo han puesto en una posición vulnerable, Peña Nieto, es el “rómpase en caso de incendio” que tiene el actual gobierno. En el auto exilio, el ex mandatario debe repasar nervioso sus diversos escenarios, sabedor que se encuentra totalmente sólo, con una imagen pública desecha, en donde hasta su mismo partido no dudaría en cobrarle ciertas facturas pendientes; así, su futuro es sumamente incierto.

Felipe Calderón. El rey de la soberbia. Calderón ha antepuesto sus intereses personales a los de la oposición. Se ha querido encumbrar como el opositor número uno del gobierno, copiando el camino que siguió López Obrador para llegar al poder, incluso intentando formar su propio partido. ¿Es tan difícil de entender que su momento ya pasó y que su capital político sería de mayor utilidad en otro frente? ¿o a que esta jugando realmente el ex presidente? Porque hasta hoy, la división que genera en la oposición, lo ha convertido en el mejor aliado del actual gobierno.

Personal de Salud. Los verdaderos héroes de este año, los médicos, enfermeras, camilleros, personal de limpieza, administrativo, mujeres y hombres que han participado en esta misión de hacerle frente a la pandemia; siempre merecerán nuestro absoluto respeto y más sincero reconocimiento. Sin importar sus condiciones laborales, las interminables jornadas, la falta de equipamiento, o la alarmante cifra de decesos de sus colegas; han seguido firmes en su juramento, y han hecho hasta lo imposible por salvar el mayor número de vidas, todo nuestro aprecio.

Para mi, por todas estas razones, es que estos son los personajes del año en México, ¿alguno que falte?