No, Manlio no vetó a José Antonio Meade; vaya, ni llegó a insinuarlo en la entrevista que refiere Federico Arreola en el periódico español El País.
De hecho, Manlio fue generoso al expresarse sobre Meade. Dijo que tiene un espíritu progresista, que lo conoce y que ha sido un funcionario sumamente eficaz.
Beltrones es el político “más completo” de México, según lo describe Arreola, pero el periodista ignora una característica que define a Manlio: aborrece la hipocresía.
Se puede señalar al político de otros yerros, sin duda tiene una personalidad dominante y controladora pero no es hipócrita.
Muy al estilo de los sonorenses en general, es de los pocos políticos que tienen palabra y la sostienen.
Por esa cualidad Beltrones sacó adelante las Reformas del Presidente Peña Nieto. Un encargo que le dio por su capacidad para mantener acuerdos y ser un apoyo fiable ante aliados y enemigos.
A Manlio Fabio y a Diego Fernández de Cevallos, por cierto, hasta sus detractores les reconocen esa cualidad.
Beltrones no solo no vetó al funcionario y mucho menos lo detesta como afirma Arreola. Manlio tuvo la deferencia de subrayar las cualidades de José Antonio Meade.
Lo que advierte Manlio es que Meade deberá identificarse con el PRI si quiere ser candidato por ese partido. Eso, al menos, es elemental.
Beltrones está trabajando para que el PRI gane la próxima contienda presidencial, cosa que se ve difícil porque AMLO es el puntero.
En la pasada asamblea priísta, Beltrones volvió a presentarse como un militante auto-crítico. Es institucional pero no se deja mangonear.
Sin lugar a dudas Manlio detenta una gran influencia, tiene carta en este juego; pero no creo que haga mal uso de su derecho de veto frente al dedazo presidencial.