¿Qué pensaría Jehová si usara lo que él me ha dado para creerme superior a otros?. Seguramente le desagradaría.
<span style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; -webkit-text-size-adjust: 100%;">Filipenses 2:3, 4.</span>
Quien se asume como moralmente superior se siente con el derecho de juzgar y condenar a los otros, es así como lo ha venido haciendo el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Él se erige como el juez que descalifica y desprecia a todo aquel que no se sujete a sus valores y mandatos, pero, gobernar desde esa perspectiva, puede causar un enorme daño en la sociedad y en la economía de un país.
Sin embargo, el compañero presidente, desde su egocentrismo y complejo de superioridad moral cree que puede hacer cualquier cosa, pasando incluso por encima del marco del Estado de Derecho y de la opinión de sus oponentes y hasta de quienes están con él.
Destruyo luego existo
Como parte de su estrategia de gobierno, se encargó de destruir lo que funcionaba de gobiernos anteriores y crear programas personales, no institucionales, que le permitan demostrar su “superioridad moral”, y cuando los datos —con fundamentos científicos— contradicen su realidad, él dice “tengo otros datos”, mismos que por acto de fe espera que creamos ciegamente.
Nadie puede estar por encima de sus ocurrencias “morales”, ni siquiera uno de sus funcionarios de más alto nivel, como lo es Arturo Herrera, Secretario de Hacienda, quien en diversas ocasiones ha resultado cuestionado, corregido y hasta humillado.
Cuando dijo que el proyecto de Dos Bocas era inviable y debía cancelarse, inmediatamente AMLO afirmó que el proyecto va, y que es el pilar de la recuperación económica, lo mismo, cuando el secretario habló de una posible caída del 3.5% de la economía, AMLO aseguró que sería menor, aunque ahora vamos ya por el10%.
Otros funcionarios, cumpliendo las obligaciones de sus respectivas carteras, osaron dar recomendaciones de políticas adecuadas, entonces tuvieron que salir del gabinete con careta de traidores, ahí están el ex secretario de Hacienda, Carlos Urzu;, el de Medio Ambiente, Víctor Manuel Toledo; el del Instituto Para devolverle al Pueblo lo Robado, Jaime Cárdenas, y varios más.
Desde su “superioridad moral” piensa que no hay nadie que garantice la operación de los programas sociales, por ello decidió eliminar programas que habían demostrado cierta efectividad en salud, como el Seguro Popular, la atención a niños con cáncer, estancias infantiles, refugios para mujeres, etc., para sustituirlos por programas que él controle y tengan su sello “moral”.
Como no hay quien se oponga a sus decisiones, para disponer de los recursos públicos sin rendir cuentas y manejarlos con absoluta discrecionalidad, decidió extinguir 109 fideicomisos y ahora será él, quien decida, sin reglas, ni criterios profesionales, qué deportista, científico, académico o cineasta, entre otros, reciba apoyos, también será él quien defina cuándo se declara una emergencia por un desastre natural y así, un largo etcétera. La justificación es que no habrá intermediarios, entonces será una tarea que le corresponda a él.
La corrupción y su moral
AMLO asegura una y otra vez que en su gobierno se erradicó la corrupción contra la que siempre ha luchado. Sin embargo, no acepta y se molesta cuando hay alguna denuncia que involucre a un funcionario o a un miembro de su familia, ahí están los casos de Ana Gabriela Guevara y de su hermano Pío López Obrador, simplemente lo niega y asegura que son acusaciones de sus adversarios.
Cuando en la mañanera le presentaron una queja por elmaltrato hacia una paisana que venía de Chicago, aseguró que los funcionarios de Migración y Aduanas son gente honesta y de primer nivel por el simple hecho de que han luchado y trabajado con él.
“Van a notar el cambio nuestros paisanos. ¿Por qué aseguro esto? Porque los servidores públicos, tanto en migración como en aduanas, son personas decentes, buenos servidores públicos. Francisco Garduño, de Migración, es un servidor público ejemplar, no tengo duda, lo conozco desde hace muchos años, fue conmigo cuando estuve de jefe de Gobierno, subsecretario de Gobierno… En Aduanas, Horacio Duarte, lo mismo. Viene con nosotros en esta lucha que se caracteriza por el combate a la corrupción, porque si algo nos ha movido a luchar ha sido el propósito de acabar con la corrupción en el país”.
La referencia de estos “buenos funcionarios” se limita a que él les dio la bendición, los hizo santos, son sus apóstoles.
Gobernadores
Apenas el martes, en medio de su conflicto con los gobernadores de la llamada Alianza Federalista, tuvo la ocurrencia de emplazarlos a que si querían salirse del pacto federal lo consultaran con la población y los gobernadores le tomaron la palabra, al día siguiente se apresuró a descalificar la encuesta que, de cierta forma él mismo propuso, diciendo que es un show con fines electorales y que le mienten al pueblo porque para salir del pacto federal, debe haber una reforma constitucional e interponer una controversia ante la SCJN.
Es decir, para que las consultas sean válidas y confiables en sus resultados, él único con la superioridad moral para convocarlas, es él y nadie más y así, el problema no es que se la crea, es que ¡le creen!