“Sobre aviso no hay engaño”.<br>
Dicho popular
En la revisión de la cuenta pública de 2019 surge otro desfalco al erario esta vez por 3 mil 27 millones de pesos, equivalentes al 37.5% del presupuesto público que ejerció ese año la nueva Conasupo, la denominada Segalmex, que dirige nada menos, ni nada más que quien fuera el último director de Conasupo, en los tiempos de Carlos Salinas de Gortari, el controvertido Ignacio Nacho Ovalle.
De acuerdo con la nota periodística publicada en diversos medios, la ASF solicitó la intervención de la Secretaría de la Función Pública para aclarar la Cuenta Pública de ese año donde Segalmex tampoco tiene registro de los apoyos y subsidios entregados a productores de leche, además de que pagó 134 millones de pesos a 691 "grandes" productores que excedieron el tonelaje permitido.
¿Esperaban otros resultados?
Como dice el dicho popular, “sobre aviso no hay engaño”. En octubre de 2019 escribí en este mismo espacio una columna en relación con el anuncio que hacía AMLO con bombo y platillo, de que se establecerían, de nueva cuenta, los famosos precios de garantía para productos del campo, la cual titulé: “¿Precios de garantía o garantía de negocio?”.
En aquella ocasión explique que “La historia habla de que los precios de garantía que operaba la Compañía Nacional de Subsistencias Populares, mejor conocida y recordada como CONASUPO, derivaron en graves problemas de corrupción, ineficiencia, limitación y estancamiento para los campesinos y tuvieron un efecto negativo en la economía nacional, porque el subsidio terminó en deuda pública y mayores importaciones de maíz, sorgo, frijol y hasta trigo”.
¿Los de siempre? ¡Los mismos!
El gran negocio de Nacho Ovalle y su equipo resulta grosero. El “dream team” estaba diseñado para ejercer una corrupción sin precedentes: El director de Planeación. Raúl Salinas de Gortari; su función, determinar las necesidades compra de granos en el exterior y decir a quien se comprarían. El director de Comercialización, el cuñado del “hermano incómodo”, Juan Manuel Pasalagua Branch, quien se encargaba de las compras internacionales. El director de Finanzas, Javier Jiménez Espriu, el hijo del exsecretario de la SCT de AMLO quien luego fue sustituido por otro de los personajes más allegado al hermano incómodo, Julio César Ruiz Ferro, quien se convirtió posteriormente en gobernador interino de Chiapas.
En las filiales de Conasupo se encontraban los más allegados a los Salinas de Gortari, como Salvador Giordano Gómez, director de Miconsa; y Guillermo Knockenhauer, director de Filiales.
Fue la Consaupo de Nacho Ovalle con su “flamante equipo” quienes compraron aquella famosa leche radioactiva a la empresa Irish Dairy Boad, la cual en México estaba representada por uno de los “compadres” de Raúl Salinas, Enrique Rivera.
Este mismo “bróker”, compadre, por cierto, del hermano incómodo, también representó a una empresa californiana que comercializó un “frijol chino” que no servía ni de forraje ni para consumo humano, pero que Conasupo adquiría.
Maíz cancerígeno
Otro caso ocurrió al inicio de la administración de Salinas de Gortari, la CONASUPO de Ovalle compró un lote de maíz cancerígeno, con un alto grado de aflatoxinas que lo hacía inviable para consumo humano y de forraje solo podría ser utilizado en ganado adulto, con un alto riesgo de contaminar la carne y los productos derivados.
En marzo de 1990, cuando Raúl Salinas ya era director de Planeación, Proceso, en su edición 698, informó sobre las desmesuradas importaciones de leche en polvo efectuadas por la CONASUPO, que convirtieron a México en el principal comprador de leche en el mundo, causando la ruina de muchos ganaderos.
La pregunta ahora que nos gobierna quien pomposamente presume de “la honestidad valiente” es si en la consulta para juzgar a los expresidentes ¿se incluirá a Nacho Ovalle por la compra de leche radioactiva y la corrupción rampante que ejerció en Conasupo? y ¿la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval actuará? o simplemente seguirá ejerciendo su trabajo por consigna y revanchismo.
Primero los pobres, decían
Finalmente, como dice el compañero presidente y camarada: primero los pobres, y tal parece que lo está cumpliendo, prefirió inundar en Tabasco a los más desprotegidos para proteger a Villahermosa y, a través de Segalmex, le está quitando a los productores de granos básicos la oportunidad de comercializar adecuadamente su producción lo que está generando un déficit importante de dichos productos ¿será con la intención de que Nacho Ovalle haga importaciones, como lo hacía en Conasupo con Raúl Salinas, provocando el encarecimiento de la canasta básica de la cual dependen los más necesitados?
Sí, primero los pobres y que continúen dependiendo de las dadivas del gobierno, como dice AMLO, “como animalitos”, ahí está él, para darles sus despensas, sus apoyos y sus subsidios para que dependan al cien por ciento de su gobierno.
Bienvenido el PRI de los cincuentas.