“Dime de qué presumes y te diré de qué careces”.<br>
Dicho Popular
Aunque se ha pretendido estigmatizar al neoliberalismo como sinónimo de corrupción, en realidad no hay mucha diferencia con la “transformación” que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador, quizá la diferencia radica en que los de ahora parecieran más obvios.
Apenas el pasado lunes el compañero presidente montó en cólera cuando un reportero le preguntó sobre la nota de El Universal que denunciaba que su secretario particular, Alejandro Esquer Verdugo, pagó por mítines y espectaculares durante la campaña presidencial de 2018 a compañías que el SAT declaró este año como empresas fantasmas; en ese tiempo Esquer tenía a su cargo la Secretaría de Finanzas de Morena.
La respuesta del camarada presidente no fue igual a que si se denunciara corrupción de sus “adversarios”: “No, no sabía, pero es parte de la campaña de desprestigio a nuestro gobierno, es el otro pasquín inmundo, El Universal, ¿o es otro periódico?”
Unos minutos después, en la misma conferencia, vino la voltereta, AMLO dio validez a un reportaje de Álvaro Delgado, publicado en la revista Proceso, sobre el presunto financiamiento a la fundación que preside Claudio X González de la que dijo, han “utilizado la bandera de la transparencia y del combate a la corrupción y resulta que quienes patrocinan este grupo se han caracterizado por la corrupción y, sobre todo, por sacar provecho al amparo del poder público”.
Casos de corrupción cínica
La hija del secretario particular de AMLO, Carmelita Esquer, es la encargada de las compras de Pemex en el extranjero, con residencia en Houston y percibe un salario mayor que el presidente. Además, la nuera de AMLO, Carolyn Adams trabajó en Cava Energy, empresa que es parte de un fondo financiero especializado en construcción de gasoductos y que es proveedora de Pemex.
Según consta en una investigación de EJE Central y por declaraciones de Jaime Cárdenas cuando renunció al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, la denuncia de que Alejandro Esquer Verdugo, junto con Ernesto Prieto, sustituto de Cárdenas en el Indep, visitaron un almacén en Toluca en donde guardaban objetos que ya habían sido subastados y se los llevaban “sin hacer los registros a los que obliga la ley, con el argumento de que se necesitaban para la pandemia”.
“Boda Fifí” en el círculo más cercano
Apenas declarado presidente electo AMLO tuvo que enfrentar el escándalo protagonizado por César Yañez, quien por muchos años fue su vocero. De acuerdo con la crónica de una nota de La Jornada, de oriente, Dulce María Silva Hernández y César Yáñez celebraron una gran “boda fifi” –que habría costado 10 millones de pesos– misma que estuvo bajo la sospecha de que habría sido financiada por el gobernador poblano José Antonio Gali Fayad y con la aprobación de Rafael Moreno Valle Rosas.
Poco después, una investigación periodística publicada en Latinus expuso los famosos “cárteles inmobiliarios” de la 4T; los involucrados, nada menos que la pareja formada por John Ackerman, vividor de los medios oficiales de comunicación y su esposa, Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública, quien de manera indebida recibió por parte del gobierno de Marcelo Ebrard en la capital un terreno público para su goce privado cuando era académica de la UNAM, pero ya formaba parte del movimiento encabezado por el ahora presidente, además en tan solo nueve años adquirió de contado cinco propiedades más.
Por otra parte, su hermano, Pablo Amílcar Sandoval, también funcionario de alto nivel de la 4T, como superdelegado en Guerrero utilizó los programas sociales para impulsar su candidatura por Morena al gobierno de esa entidad.
También están las 23 casas de Manuel Bartlett con un valor aproximado a los 800 millones de pesos; y Javier Jiménez Espriu, exsecretario de Comunicaciones y Transportes, cuya empresa familiar IDESA resultó ser socia de Braskem, la filial de Odebrecht en el tema de la planta de Etileno XXI de Coatzacoalcos.
Luego Reforma dio a conocer que Pemex entregó un contrato a la empresa Grupo Huerta Madre para el acondicionamiento de los terrenos para la refinería de Dos Bocas. Se presume que la adjudicación del contrato se dio mediante el procedimiento de invitación restringida a la empresa que se constituyó cinco días antes de que Pemex le asignara el contrato. Por lo tanto, carecía de experiencia y apenas contaba con un capital de 60 mil pesos, no obstante que iba en consorcio con la compañía holandesa Van Oord.
Así, podríamos seguir con la lista de políticos y empresarios reciclados de Salinas, Fox, Calderón y Peña, a todos niveles hay parentelas, empresas fantasmas, dinero en efectivo, “moches” y miles de cosas que, aunque documentadas, continúan impunes y que tiran por la borda las promesas de campaña AMLO.
Al final lo que queda claro es que la corrupción continúa y que, si van a simular combatirla, para recaudar apoyos, pues no sean tan burdos, como lo fueron Javier Duarte de Ochoa y Roberto Borge que acabaron tras las rejas por cínicos; tendrían que aprender de los maestros de sexenios anteriores que no dejaron ni rastro. El compañero presidente no durará la eternidad para defenderlos y justificarlos, ya le quedan solo cuatro años la ciudadanía irá por ustedes en las próximas elecciones.