Un brujo al lado del Zar
Rasputín conocido también como “el Monje Loco”, fue uno de los personajes más emblemáticos de la historia. Un sanador místico, un brujo y un profeta. Trabajó como consejero del último Zar de Rusia, Nicolás II, y su papel fue determinante para la caída de los zares.
El papel de Epigmenio Ibarra como consejero del compañero presidente va por el mismo camino y la dependencia de AMLO con el cineasta asemeja a la que tenía el Zar Nicolás con Rasputín, a quien le daba todo a cambio de sus consejos frívolos, sustentados en la brujería y sus ocurrencias, igual que ahora lo hace AMLO con el dueño de Argos.
Condonación de impuestos
Una investigación de EME/EQUIS con información obtenida del portal de datos abiertos del SAT revela que, a pesar de que AMLO decretó la eliminación de la condonación de impuestos, las cosas no cambiaron e incluso han empeorado respecto a lo que sucedía con Peña Nieto. En la anterior administración se indultaban multas fiscales con un promedio mensual de 116 millones 530 mil pesos, pero la administración de AMLO condona 135 millones 119 mil pesos en promedio cada mes.
Esta investigación revela que el Grupo Argos, de Epigmenio Ibarra, ha recibido condonaciones de impuestos por un total de 7 millones 572 mil pesos para cuatro de sus empresas.
Sin embargo, la dependencia -o pago de soborno- de AMLO a Epigmenio va más allá de una “simple” condonación de impuestos, se sabe ahora, gracias a otra investigación periodística de Carlos Loret, que Bancomext le otorgó un crédito por 150 millones de pesos a través de un fideicomiso que se creó exprofeso para Epigmenio, su principal consultor, ideólogo y profeta.
¿Y el apoyo al cine?
Hay de apoyos a apoyos, mientras en 2020 le dan 150 millones de pesos y condonación de impuestos a Epigmenio, el resto del cine mexicano se debe conformar con el anuncio de que el “próximo periodo” contará con un apoyo de 103 millones.
Bancomext, como parte de la banca de desarrollo, tiene como objeto ser uno de los principales vehículos del Estado Mexicano para promover el crecimiento económico y el bienestar social, apoya con financiamiento la creación y expansión de empresas productivas, con especial énfasis en áreas prioritarias para el desarrollo nacional y para promover y financiar las exportaciones de bienes y servicios. Es una institución de crédito a la exportación.
Evidentemente, Grupo Argos no es una empresa productiva para el desarrollo social ni productora de bienes para la exportación, ni su trabajo es una actividad prioritaria en el desarrollo nacional.
Por eso, a menos que el compañero presidente considere a Epigmenio como su Rasputín, responsable de todo lo que dice y hace y con ello justificar que su actividad es de “interés nacional”, entonces no hay explicación de por qué lo tenga que premiar con condonación de impuestos y créditos blandos.
Como lo escribí en este mismo espacio en mi columna del 12 de enero pasado: ¿Qué le debe a Ackerman y Sandoval? ¿Epigmenio, el Estratega de la 4T? el éxito de Epigmenio en la campaña se trasladó a la presidencia, es el realizador del guion y productor de la puesta en escena de las llamadas “mañaneras”. Los dichos diarios y las respuestas del compañero presidente, son puros lugares comunes elaborados por Epigmenio.
Esto se muestra claramente en una entrevista a Epigmenio de 2017, donde habla de las críticas a Peña Nieto, de la corrupción en la que aduce que:
“Admiramos a los corruptos”<br>“El que no tranza no avanza”<br>“El neoliberalismo es el responsable de todos los males”
Epigmenio Ibarra.
Y así, todo lo que escuchamos de AMLO en su púlpito mañanero, lo dijo Epigmenio desde 2017.
El ego del fracaso
Un guion impecable, al nivel de una parodia tipo Palillo en el Teatro Blanquita, pero el acto de gobernar no puede quedar en la banalidad de un sketch mañanero. Mantener la narrativa de la campaña del 17-18, para gobernar, está llevando a AMLO a la ruina, lo lamentable es que no sólo al compañero presidente, sino al país entero como Rasputín lo hizo con el Zar Nicolás.
El fuego amigo dentro del gabinete se incrementa y ya algunos de los secretarios de Estado pueden estar un poco fastidiados del AMLO “todólogo” y de que los funcionarios solo sirvan como oficialía de partes y todo se turne a las oficinas de Palacio para que, bajo el criterio de la narrativa de Epigmenio, se resuelvan los asuntos de la agenda nacional, tal cual el Zar Nicolás bajo la influencia esotérica de Rasputín.
Por cierto, la información sobre la condonación de impuestos a Epigmenio salió presuntamente de la propia institución Nafin-Bancomext, porque no se pudo parar a tiempo, a pesar de que el pasado 11 de marzo AMLO ordenó el cambio del director y envío a ese puesto a Juan Pablo de Botton Falcón, quien no tiene experiencia en la Banca de Desarrollo, pero que casualmente viene del SAT del área de informática.
Misma excusa, cero transparencia
Al camarada presidente no le quedó más que aceptar el hecho, tal como pasó con otras investigaciones de Loret de Mola, como las casas de Manuel Bartlett y los negocios de su hijo; las del hermano Pío López Obrador y de la prima Felipa, o de cómo se benefician AMLO y su rancho con las obras del Tren Maya.
Hay tanta desfachatez y cinismo en la 4T, que es posible que Epigmenio sea sólo la “punta del iceberg” y que, si se rasca un poco más, se encuentren más funcionarios y sus familiares que con este tipo de créditos y fideicomisos se hayan vuelto empresarios exitosos.
Por lo pronto, ya se puede percibir el enojo al interior del gabinete, porque a nadie le gusta estar bajo el control de un presidente todopoderoso y dependiente del Rasputín de la 4T.