La mejor descripción para titular esta columna es el libro del profesor Gabriel Careaga “Mitos y Fantasías de la clase media en México”, él impartía una clase en la facultad de Ciencias Políticas en la que, por cierto, el presidente Andrés Manuel López Obrador no quiso estar, porque les exigía estudiar.
Al paso de los meses la 4T de AMLO se ha convertido solamente en eso, en mitos y fantasías con las que deliberadamente pretende engañar al “pueblo bueno”, al que subestima y manipula dando por hecho que le creen todas sus mentiras.
Los mitos:
Crecimiento económico: Prometió un crecimiento del 4% anual y de 6% al final de su sexenio; desde 2000 el país mantuvo tasas de crecimiento, que se detuvieron con la llegada de AMLO. Llevamos dos años en caída libre, decrecimiento y recesión.
Endeudamiento: Dijo que no endeudaría al país, pero Hacienda muestra lo contrario: En 2019 el saldo de la deuda se elevó y para cerrar en 10.87 billones de pesos y en el primer semestre de 2020 la deuda total ya se ubicaba en 12.07 billones, es decir, se incrementó en 1.15 billones de pesos.
Además, la deuda financiera neta de Pemex se disparó un 26.9% durante los primeros nueve meses de 2020, con un pasivo de 106,191 millones de dólares (2.43 billones de pesos), de acuerdo con su reporte de resultados financieros al 30 de septiembre del 2020.
Creación de empleos: Prometió crear 2 millones de empleos, pero la realidad es que en 2019 se crearon tan sólo 342,077 empleos formales y para el 2020, tan solo en el primer cuatrimestre del año se perdieron 346,678 empleos, más de los que se generaron en el año anterior.
Corrupción: Aunque en su discurso dice no ser igual a sus antecesores, no solo no acabó con la corrupción, sino que ahora el país es más corrupto y lleno de impunidad.
México es uno de los países con el peor saldo entre los integrantes y socios de la OCDE al cotejar la confianza en el gobierno y la percepción de corrupción, sólo un 28% de los mexicanos confían en sus autoridades y como país, México tiene 27 puntos en el índice de percepción de corrupción (en una escala de 0 a 100, donde 0 es altamente corrupto y 100 es nada corrupto), peor que con Peña, imagínese el tamaño. (Compra de pipas, medicinas, venta del avión, computadoras para dependencias, tren maya, un 78.5 % de compras directas y la lista crece).
Impunidad: Ovidio Guzmán, Emilio Lozoya, David Monreal, Carlos Lomelí, Amílcar Sandoval, Manuel Bartlett, Pío López Obrador, Felipa Obrador… etcétera.
Transparencia: “No tenemos nada que ocultar”: En 2019, los reclamos ciudadanos contra las autoridades que se han negado a entregar información aumentaron 64% respecto a 2018. Las propiedades en EU que no fueron declaradas por funcionarios en EU de Olga Sánchez Cordero, Julio Sherer, Javier Jiménez Espriú e Irma Eréndira Sandoval.
Seguridad: Prometió sacar al Ejército de las calles y “abrazos no balazos” pero en el primer año y medio del gobierno de la 4T, la tasa de homicidios duplica a la de Calderón y es 55% más alta que con Peña Nieto. Durante esos 18 meses 53 mil 638 personas han sido asesinadas, entre ellas más de 5,800 mujeres y 1,800 menores. Es el primer año y medio más violento en lo que va del siglo, con un promedio de 100 asesinatos diarios (Animal Político, 22/06/2020).
En lo que va de su administración AMLO no sólo no bajó la violencia, sino que las masacres han aumentado en todo el país.
Covid-19: Desde el principio de la pandemia consideró que el virus no era peligroso, incluso el eminente López Gatell llegó a asegurar que la fuerza de AMLO “no es de contagio sino es una fuerza moral”, desechó el uso del cubre boca, se burló y recomendó usar los “detente” para protegerse del virus, sin embargo, el día de ayer, el propio Andrés Manuel informó que ha resultado contagiado de Covid-19 y que se encuentra optimista, como lo esperamos, de salir adelante.
AMLO mintió al asegurar que se aplanó la curva de contagios, en decir que México tiene la vacuna asegurada, que la ONU pidió restringir las entregas de Pfizer y que México es el país que más vacunados lleva en Latinoamérica.
La pandemia ha resultado ser real y mortal, los “detente”, está visto, no sirvieron, la curva jamás se aplanó, la vacuna no está confirmada hasta ahora y México es el último lugar de Latinoamérica en vacunación y de los últimos del mundo.
Elecciones: dice que no se meterá en el proceso electoral, que vigilará que los gobiernos locales que no lo hagan, porque él tiene la calidad moral de hacerlo, ni siquiera terminó de decir eso, cuando ya está en campaña con los candidatos de Morena, ya desayunó con la candidata de Nuevo León, además en las brigadas vacunación, de 12 integrantes sólo hay un médico y una enfermera, 4 militares y el resto son “servidores de la nación” o sea, sus brigadistas promotores del voto.
A estos mitos y fantasías de AMLO hay que sumar un sinnúmero más de acciones y de francas mentiras, que van desde su lucha contra el huachicol, que no subirá los precios de los combustibles, que seremos como Dinamarca, que no se inmiscuirá en el proceso electoral, que él no censura, que es respetuoso con sus opositores, su soberanía nacional a modo, y que ser amigo de Trump le valiera más que su responsabilidad diplomática.
Sus mitos y fantasías hunden a la nación.