El problema no es la religión, son las iglesias
El mecanismo de operación del partido Morena se basa en una de las fórmulas más antiguas, el usar ideas religiosas a través de sectas y de corrientes de interés económico y político que proyectan una supuesta cercanía con Dios.
Política y religión siempre generarán polémica y más si se trata de la influencia de una creencia en la vida pública de una nación. El problema en sí mismo, no es la religión, el problema son las iglesias, es decir, los intermediarios entre quienes profesan una creencia y la relación que establecen con el poder político.
México formalmente es un Estado laico en el que las costumbres y tradiciones religiosas definen incluso los calendarios de escuelas, dependencias públicas y empresas privadas, hasta ahí las cosas funcionan dentro de límites normales y permisibles, el problema es cuando los representantes de las iglesias se inmiscuyen en temas de política.
Sectarismo global
Cuando las iglesias intervienen en política, la mezcla es incendiaria. En pleno siglo XXI aparecen políticos “modernos” y a la vez medievales que vinculan su poder a una iglesia y en ser encumbrados por el fanatismo y usan el miedo para favorecer su propio interés político, ejemplos como Benjamín Netanyahu, Jair Bolsonaro, Donald Trump y por supuesto, el compañero y camarada Andrés Manuel López Obrador.
El modelo totalitario de Morena y la 4T se nutre del vínculo que sostiene con al menos tres sectas -evangélicos, católicos y la organización NXIVM de Keith Raniere- para inducir conductas y justificar acciones para conseguir el poder y gobernar.
La lógica de estas sectas se basa en la misoginia, la pederastia y diversos delitos sexuales y quienes las lideran son grupos altamente influyentes con gran poder económico.
Pastores evangélicos en Morena
La corriente mayoritaria de Morena es evangélica, a través de la Iglesia La Luz del Mundo que dirige Naasón Joaquín García y el pastor Arturo Farela, quien es presidente nacional e internacional de Confraternice, el mismo que asiste a Palacio Nacional para rezar con el presidente.
Apenas iniciado el gobierno de AMLO, sucedió algo que nunca se había visto en México, ni por los más conservadores del país, utilizar el Palacio de Bellas Artes para homenajear al llamado Apóstol de Jesucristo.

A ese evento asistieron personajes como el diputado Sergio Mayer Bretón, los senadores Ricardo Ahued, Julio Menchaca, Félix Salgado Macedonio, Roberto Moya, Gabriela Benavides, Juan Manuel Fócil y el senador del PVEM, Rogelio Israel Zamora.

La cosa no quedó ahí, si alguien pensaba que Movimiento Ciudadano es independiente de Morena, pues se equivoca, Naasón Joaquín García fue homenajeado a nombre de la Cámara de Diputados por al menos 35 legisladores, principalmente del partido de Dante Delgado; 18 diputados federales de Jalisco le entregaron un reconocimiento impulsado por los legisladores Kehila Ku Escalante y Tonatiuh Bravo del movimiento naranja.
Sin embargo, tan sólo dos semanas después del magno homenaje en Bellas Artes, Naasón Joaquín García, fue detenido en Sacramento, California, acusado de trata de personas, producción de pornografía infantil, violación de un menor y otros delitos.
{username} (@AGBecerra) June 4, 2019
En días pasados la corriente de los Legionarios de Cristo publicó los nombres de 27 sacerdotes que, desde 1941 a 2020, cometieron abusos sexuales en contra de menores de 20 años. El año pasado habían publicado un informe en donde reconocieron 175 casos de abuso de menores. Sobre este asunto AMLO, simplemente dijo:
“No conviene que el presidente de México trate estos asuntos. Pienso que corresponde a la sociedad, a los medios”
AMLO.
El asunto es que, dentro del equipo de AMLO existen personajes afines a la Congregación, como el caso del empresario regiomontano Alfonso Romo, quien, como lo dio a conocer Carmen Aristegui, provocó el despido de periodistas que indagaron los abusos cometidos por Marcial Maciel.
Incluso, el exsecretario de Hacienda, Carlos Urzua, denunció que en "términos sociales", Romo "oscila" entre las ideologías del grupo conservador católico Opus Dei y de la congregación de los Legionarios de Cristo, cuyo fallecido líder, el sacerdote Marcial Maciel, fue vinculado a numerosos casos de abuso sexual.
La secta NXIVM en México
La tercera secta en la que Morena se apoya es la de Keith Raniere, la llamada Nxivm. Este personaje, al igual que los líderes de la Luz del Mundo y de los Legionarios de Cristo fue acusado por delitos sexuales y condenado a pasar 120 años de prisión por cargos como explotación sexual de una menor y posesión de pornografía infantil.
Recientemente se supo que el actual líder de Morena, Mario Delgado perteneció a la secta Nxivm. De acuerdo con una investigación de Animal Político, en 2016 realizó depósitos de 50 dólares mensuales, como parte del acuerdo para pertenecer a la Sociedad de Protectores (SOP) una organización alterna de Executive Success Program (nombre de NXIVM en México), que en su plan de estudios resumía las enseñanzas de Raniere en torno a la virilidad y el control sobre las mujeres.
Delgado tomó cursos de Executive Sucess Program (ESP), empresa fundada por Raniere y dirigida en México por Carlos Salinas Occelli, donde, por cierto, la actual candidata de Morena al gobierno de Nuevo León, Clara Luz Flores, era coach nivel “estola amarilla”. En ESP, de acuerdo con los cursos que se tomaban cambiaba el color de la estola, para los de primer ingreso: blanca, luego amarilla, naranja, azul, verde y morada.
Así las sectas se mueven libremente al amparo de la 4T, donde son toleradas a pesar de practicar los abusos más deleznables en contra de menores y mujeres ¿será que el mismo principio que profesan fe ciega a un solo hombre?