En Mexicali cada día es más difícil respirar. “Hay tanta contaminación en el aire que si no fuese por nuestros pulmones, no habría lugar para colocarla”, y aun cuando está frase es del escritor estadounidense Robert Orben, pareciera que la dijo cualquier persona que vivimos en Mexicali.
Para nadie es un secreto que Mexicali se encuentra situada entre las primeras cinco ciudades más contaminadas del mundo. Algunos especialistas la sitúan en el primero, otros en el tercer lugar, lo claro es que nos disputamos uno de los primeros deshonrosos lugares compitiendo con ciudades de India, China, Indonesia y Corea del Sur. Con todo y lo que esto significa, su alcance y repercusiones en la vida diaria de quienes aquí vivimos, parece que este grave problema sigue sin dimensionarse por las autoridades, sin embargo, lo más lamentable es que como ciudadanía seguimos también sin apreciar la incapacidad y opacidades de los gobiernos, lejos y fuera de partidos y politiquerías, como sociedad debemos analizar, evaluar y exigir rendición de cuentas a quienes hoy y en el pasado han contribuido a que Mexicali esté inundada de residuos tóxicos, basura y desechos industriales que afectan la salud y atentan contra la vida de los mexicalenses.
En las últimas semanas yo en lo personal he notado como cada día amanece más densa y oscura la capa de contaminación que cubre a Mexicali y gran parte del Valle Imperial. Cuando el cielo está limpio y logramos ver a los lejos la Sierra y el Cerro del Centinela, hasta raro nos parece ya que esto es cada vez menos frecuente.
Esto tiene muchas causas, una de ellas seguramente es el caso del relleno sanitario –basurero- del ejido Hipólito Rentería, el cual arde día y noche quemando toneladas de basura esparciéndose el humo junto con residuos contaminantes y tóxicos que todos respiramos sin poder evitarlo. ¿Qué nuestras autoridades no respiran el mismo aire que respiramos el restos de las personas en Mexicali? ¿Hasta dónde la omisión o falta de acción oportuna y eficiente nos seguirá afectando? Está comprobado que las personas que viven en lugares con altos niveles de contaminación tienen un alto porcentaje de mayor riesgo de contraer cáncer de pulmón. ¿Será acaso que por este motivo Mexicali es la ciudad del país con mayor incidencia y prevalencia de tuberculosis?
Recordaran que hace unas semanas causó conmoción una nota periodística que daba cuenta de una de las últimas acciones del gobierno municipal de Jaime Díaz que contribuyen al deterioro de la salud ambiental de nuestro municipio. Esta nota se refería –entre otras cosas-, el reconocimiento de la autoridad municipal sobre el sacrificio de 800 perros al mes, mismos que han sido abandonados en los últimos meses a cielo abierto en el basurero municipal “Hipólito Rentería”. Estos cuerpos, -800 al mes aproximadamente- son tirados a la intemperie con el consecuente proceso de descomposición por el sol, el aire y el paso del tiempo. Si a esto le sumamos el problema de la grave contaminación y lo mezclamos con el problema de la Rickettsia que en la última década ha arrebatado la vida a decenas de personas en Mexicali, ¿qué tenemos como resultado? ¿Será una de las explicaciones a tantas enfermedades respiratorias e infecciosas que padecemos ya en forma común en este municipio?
En los últimos días el tema del proyecto EcoZoneMx ha captado la atención y preocupación de gran parte del activismo mexicalense. Revisando el tema y tratando de comprender de qué se trata, encontré el documento “Manifiesto de Impacto Ambiental, modalidad Regional: Proyecto Integral EcoZoneMx 2015”. Este documento refiere que el Proyecto se localizará al sur-oeste de Mexicali por la carretera Libramiento Mexicali-San Luis Río Colorado, asentándose en la falda oriente de la Sierra Cucapah y abarcará una superficie de 14,782 hectáreas, para desarrollar obras y actividades relacionadas con la generación de energía eléctrica a partir de celdas fotovoltaica y/o sistemas termosolares; aprovechamiento de residuos peligrosos y de manejo especial; extracción de materiales pétreos; centros de educación media, superior y de negocios; zonas habitacionales, comerciales y de servicios; así como conservación y aprovechamiento forestal sustentable.
El documento también señala que la vida útil del parque industrial y el conjunto de obras y actividades que contempla el proyecto es de 50 años.
Este proyecto ha causado gran revuelo, incluso se han planteado algunos posicionamientos en contra por investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California resaltando, la probable extinción de flora y fauna de la región y la afectación del borrego cimarrón.
Desde mi opinión, este y cualquier otro proyecto de inversión que inyecte dinamismo económico a la región debe ser bienvenido e incluso las autoridades deben facilitar las condiciones para su operación y establecimiento, sin embargo, esto debe realizarse vigilando que la población y el entorno tengan un beneficio inmediato y sostenible, sin pasar por alto los análisis de no-afectación a cualquier especie con vida, incluyéndonos por supuesto.
La historia reciente en Mexicali da cuenta de las omisiones o falta de certeza en las decisiones gubernamentales, las cuales nos han llevado a vivir en una ciudad con altos niveles de contaminación, situación que afecta hoy por hoy la salud de miles de mexicalenses, esto sin duda, nos obliga como sociedad a estar atentos a las acciones gubernamentales con este y cualquier proyecto, para que los permisos y autorizaciones que se otorguen, cumplan con la normatividad previamente establecida además de los requerimientos sociales y ciudadanos, de tal forma que se garantice que será este un proyecto que impulse y de vigor a la región, no a costa de mayor contaminación ni extinción de especies.
Lo único que Mexicali plantea es la necesidad imperiosa de empresas socialmente responsables y gobiernos que no se les tenga que recordar a cada cinco minutos, cuál es su mandato constitucional.
Y mientras esperamos para encontrarnos en la lectura de la semana entrante, les invito a la reflexión con la frase de Donella Meadows: “Puede que seas capaz de engañar a los votantes, pero no a la atmósfera”.
Twitter: @mujeporlapaz