“No se es un poco o muy deshonesto, se es o no se es honesto”…
Anónimo
Durante muchos años, México se ha convertido en el paraíso de la simulación, donde el servidor público, el empresario y las instituciones trabajan sobre intereses particulares, maquillando informes, desapareciendo expedientes, falsificando firmas, facturas, y documentos, mismo que hacen uso indebido de los bienes ocasionando perjuicio patrimonial, cobrando moches por fungir como intermediarios o facilitadores. Funcionarios que con el paso de los años se volvieron expertos en desviar dinero que estaba etiquetado para programas. Empresarios que para favorecer a los servidores públicos, ponen sobre costos, crean empresas fantasmas para el lavado de dinero, así como para la triangulación de recursos. Esto por citar tan solo algunos ejemplos de prácticas de corrupción que se volvieron costumbre, y se fueron tomando con normalidad.
Transparency International en el 2018, dio a conocer que en el índice de percepción de la corrupción, México ocupaba el lugar 138 de 180 países, cayendo tres puntos del 2017 al 2018.
En el sexenio de Enrique Peña Nieto, se pasó del 2012 de un rango de 105 de 176 países evaluados, a 138 de 180 naciones.
En la administración de Felipe Calderón, en el 2006, México estaba en el sitio 70 de 163 en percepción de corrupción, y dejó el sexenio en el lugar 105 de 176 países considerados en la evaluación.
Dicho índice mide gobierno abierto, rendición de cuentas, libertad de expresión, transparencia, niveles de integridad en el servicio público y acceso igualitario a la justicia.
1. Nepotismo
2. Uso ilegal de información falsa o confidencial
3. Obstrucción de la justicia
4. Enriquecimiento ilícito
5. Trafico de influencias
6. Conspiración para cometer actos de corrupción
7. Colusión
8. Abuso de funciones
9. Desvío de Recursos
10.Soborno
11.Prevaricación
12. Cohecho
13. Fraude
A principios del 2019, después de su nombramiento, Alejandro Gertz, como nuevo Fiscal General, anunció la reposición del proceso de los casos más polémicos de corrupción en la administración anterior, en donde se presume que los procesos estuvieron viciados por la falta de claridad en las investigaciones, así como expedientes incompletos o mal organizados en los que no habían diligencias o sanciones, y algunos de ellos se abrieron desde el 2016, como lo fue “La Estafa Maestra”, otro fue es el caso de “Odebrech”, el cual fue abierto desde el 2017, así como el caso de “Los 43 desaparecidos de Atyozinapa”, en el 2014. Casos que al no ir dando resultados sancionatorios irán recobrando la confianza de la ciudadanía de los ciudadanos con las instituciones de procuración de justicia, mismas que al parecer durante muchos años han estado como servidoras de los intereses del poder.
La Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional Anticorrupción, ya presentó la versión Beta de la Plataforma Digital Nacional (PDN), que contendrá datos para los Sistemas de Servidores Públicos que intervienen en procesos de contratación y el Sistema de Servidores Públicos y Particulares Sancionados, provistos por la Secretaría de la Función Pública
Por otro lado la Secretaría de la Función Pública puso a disposición de la ciudadanía la plataforma Ciudadanos Alertadores Internos y Externos de la Corrupción, en la que se podrá alertar actos graves de corrupción, como: Cohecho, peculado, desvío de recursos públicos, abuso de funciones, violación a los derechos humanos, hostigamiento y acoso sexual en los que se encuentren involucradas personas servidoras públicas federales.
En lo que respecta a los empresarios, uno de los frenos que busca ponerles el poder legislativo, es la Reforma al artículo 113 BIS del Código Fiscal de la Federación, con el que se impondrán sanciones al que por sí o por interpósita persona, expida, compre o adquiera comprobantes fiscales (facturas) inexistentes, falsas o simuladas.
¿Será que los índices de percepción en nuestro país de corrupción empiecen a disminuir con estas medidas de control que está implementando esta nueva administración?
El cambio será paulatino y lento para poder verlo, pero la esperanza.