La premisa de esta columna, la recuerdo perfectamente en una entrevista al Senador de Michoacán, lugar donde radica este redactor. Cristóbal Arias y Ricardo Monreal, que actualmente ostentan la vice-coordinación y coordinación de la fracción de morena en la Cámara Alta, junto, a todo el conjunto de legisladores— han signado en los anales de la historia un papel destacado, consiente, democrático, plural y de justicia social.
Desde el momento que el presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó la propuesta de juicio a los expresidentes— frente a los abusos de poder e impunidad que se cometieron en los sexenios anteriores, la algarabía de la población ante la rabia contenida de una serie de capítulos ominoso se abalanzó a las calles a firmar la consulta; por ello, a través de esos mecanismos se concluyó que, la misma democracia participativa, avaló la solicitud que propuso el ejecutivo federal una vez que la Suprema Corte de Justicia de la Nación acreditó por mayoría el proyecto.
Una vez que se originó esta premisa, el Senado de la República en el que morena ejerce una mayoría— no presentó ningún contratiempo y aprobó una vez que se expusieron los argumentos. Por ello, a través de ese funcionamiento, era inminente el papel que asumiría la bancada de regeneración nacional y los aliados desde la Cámara Alta. No obstante, en medio de las discrepancias de la oposición— se enviará el proyecto al INE para establecer un esquema de ejercicio en el escrutinio público en Agosto del 2021.
Finalmente, más allá del tránsito que ha ejercido el mecanismo de participación ciudadana que fue fundamental para sostener el Juicio a los expresidentes, el Senado de la República en el marco de procuración de Justicia, actuó con responsabilidad. Por ello, quedó registrado y pone claro que, en el devenir del esquema de transformación de la 4T, la sociedad constituyó un motor importantísimo. Se afirmó, entonces, que las incidencias, los abusos, la traición a la nación, el saqueó, y otra serie de elementos que hubiesen lastimado la soberanía del país, se concentrarán y serán concernientes dentro del proyecto de Juicio a los expresidentes.
Basta recordar y ahondar en la serie de episodios en una identidad política conservadora y autoritaria que, a lo largo de lustros, sometió al país entero a través de un presidencialismo de ideas que representaron el estancamiento de una nación; pero lo más lamentable, incluso, fue que durante años hubo testimonios explícitos de un mal manejo político; de igual manera, procedieron a pisotear la ley y la constitución política; ocurrió un agravio por razones ideológicas de conspiraciones que fueron acompañadas de un sometimiento indebido; asimismo, existieron procesos enmarcados por la irracionalidad fraudulenta contra la voluntad de la población.
Y por si fuera poco, existen acusaciones del mal uso de los recursos de la nación que permitieron un esquema de privilegios y excentricidades que, durante diferentes sexenios, fue el principal sello de la casa.
“Al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie”. En apego estricto a las palabras del presidente López Obrador, hoy la cuarta transformación se consolidó aún más. Pero, de igual forma, se recalcó que casi el 80% de la población está de acuerdo que se enjuicie a los expresidentes. Esto significa que, millones de mexicanos, no toleran el desequilibrio que sufrió el país; asimismo, en ese mismo fervor, siguen latentes los recuerdos plagados de sumisión, abusos, fraudes, traiciones. Ese desaseo escaló a la cima del hartazgo generalizado; por ello, la justicia social llegó; nunca es tarde; toda la indignación, afrenta, exacerbación y sometimiento llegará ante los tribunales del castigo.
Como mexicanos sentimos orgullo de tener defensores sociales desde el legislativo. Si, los senadores de morena fueron claves, junto a la población y el mismo presidente que empujó la demanda colectiva; habló en un sinfín de ocasiones de la importancia de establecer los trabajos para demostrarle la legalidad y la sed de justicia a la población que, durante décadas, clamó una soberanía apegada a los principios constitutivos.
“Que no únicamente se castigue a funcionarios menores como siempre ha ocurrido y queden intocables quienes dirigieron los destinos del país y abusaron del poder”. En esa dirección, fue suficiente la voluntad del colectivo y la aportación que los senadores de la República aprobaron de manera histórica.
Ganó México.
Triunfó la Justicia Social