La mayoría de los medios de comunicación ha malinformado, sobre todo, en los principales programas de televisión. La noche del domingo parecía que la consigna de los reporteros era “López Obrador no es nadie”, “MORENA no sirve”, “AMLO es un perdedor”. Anticipándose a los resultados oficiales, los medios, desde muy temprano, comenzaban a dar resultados ficticios. Como si las encuestas de sus firmas predilectas fueran la última verdad. Sin embargo, se ha comprobado que las casas encuestadoras son sólo una pequeña sombra, un espejismo de los resultados oficiales.
Muy, pero muy lamentable fue también el soberbio triunfalismo de los candidatos que, ni madrugaba el proceso, y ya levantaban sus manos en conferencia de prensa, declarándose definitivos triunfadores.
Tuvo incluso, que salir al quite y tachar de irresponsables a los mismos, el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova. El mensaje fue claro: No se anticipen. No sean irresponsables y esperen los resultados oficiales.
Tampoco es cierto que la jornada se vivió “en paz y tranquilidad”, como tanto presumieron las autoridades: más de un centenar de detenidos en Oaxaca, 14 casillas especiales suspendidas en Tlaxcala, así como la presencia de gente armada; militantes del PRD encañonados y detenidos, arbitrariamente, en retenes. Una cabeza humana abandonada en un municipio de Veracruz, junto a una leyenda del narcotráfico, dirigida al alcalde perredista del municipio de Emiliano Zapata, Daniel Olmos. Violencia e irregularidades en Tamaulipas, compra de votos a diestra y siniestra.
Esto por citar lo mínimo. Tranquilas fueron las declaraciones del gobierno, pero no los hechos.
Un humor infantil y preocupante corre por las venas de los políticos de este país. Tanto a ellos, como a nosotros, nos hace falta crecer como ciudadanos. Sigo pensando que votar es, aún con la bazofia que son nuestros institutos electorales, por el momento, la herramienta más práctica y contundente con que tenemos la posibilidad de elegir y cambiar a nuestros gobernantes. Como sociedad, para fortuna o desgracia, nunca dejaremos de ser entes políticos. De cada ciudadano depende ejercer su voto como algo ético y libre. Seguiremos creciendo como sociedad, en tanto materialicemos nuestra voluntad política en el voto. ¿Es acaso la apatía algo productivo? No lo creo.
Pero a decir verdad, MORENA sigue creciendo a buen trote. El cálculo y la ambición política de sus líderes, conforme se da cada elección, se han ido cumpliendo. Dicho partido político, no alcanza ni siquiera los tres años de edad y ya se perfila como tercera fuerza electoral, por encima del PRD, que tuvo en algunos casos que ir en alianza con el PAN, para seguir en la pelea.
El partido de Andrés Manuel López Obrador mostró músculo una vez más, en la capital del país, en la elección de la Asamblea Constituyente, y se reafirma como primera fuerza en dicha entidad. Se llevó 632,436 votos (es decir, poco más de medio millón de votos), contra un PRD cada vez más débil, que alcanzó los 552,255. Son las primeras elecciones a gobernador en las que participa. En Zacatecas, queda en segundo lugar. En Oaxaca y Veracruz, MORENA fue el tercer partido más votado. Esto, sin contar las impugnaciones y procesos judiciales post-electorales que se avecinan, dado el reclamo de éste y otros partidos, de un recuento voto por voto.
MORENA se llevó, aproximadamente, 2 millones 500 mil votos en todo el país.
Subestimar su reciente conquista, es no querer verla. Sin embargo, el tiempo dirá si la honestidad de la cual presume AMLO, es su baluarte o sólo un pretexto discursivo más, para posicionarse como otro vulgar partido.