En las diferentes redes sociales se mantiene la batalla entre hombres y mujeres, todo esto gracias al bendito mundial. Pues algunos hombres aseguran que las mujeres somos unas completas zoquetas para opinar al respecto.
Por otra parte, no entiendo cómo es que los hombres no comprenden que hay mujeres que sí les gusta el futbol; yo diría que a muchas, simplemente habría que observar los lugares donde lo transmiten, reuniones, oficinas, bares, restaurantes, etc., hombres y mujeres por igual disfrutan de los partidos, gritan, brindan y se apasionan, sobre todo cuando juega México o su equipo de favorito. Ya es mucho argumento y prueba ¿no creen?
Para muchos hombres, las mujeres no tenemos derecho a opinar sobre futbol y mucho menos del mundial, por el simple hecho de ser mujeres; eso ya es machismo, oigan. No nos subestimen, existen mujeres que saben tanto o más de futbol que varios hombres. De hecho, en el mundial pasado se reveló que el 53% de sus espectadores fueron mujeres. ¿Qué tal?
Y ese cliché sobre “a las mujeres les perjudica el mundial porque sus maridos las ignoran” depende de la situación de cada caso. Los tiempos han cambiado, ya son otras épocas, las mujeres también disfrutamos del mundial. El problema aquí es la sociedad machista en la que vivimos.
Tal vez no sea nuestra principal actividad, o ver tal partido sea nuestro programa o serie favorita, pero por supuesto que las mujeres sabemos de futbol, autos, política y de muchas otras cosillas que a veces nos reservamos, sólo a veces.
Por ejemplo, también tenemos a los hombres que NO les gusta el futbol, ni el mundial, ni presenciar la enajenación de todos los apasionados. Hay de todo en la viña del Señor, muchas personalidades, actitudes, filosofías, manías, creencias, aficiones, etc.
Las mujeres tenemos el super poder de hacer varias cosas a la vez, es un hecho que algunas mujeres además de concentrarse en la intensidad del partido y en la conexión de la pelota con la portería, procuramos estar alerta, vigilantes y al pendiente de las piernotas y sensuales cuerpos de los jugadores, el mundial también despierta pasiones y emociones. Probablemente nuestras narraciones sean un poco diferentes “vamos, tu puedes barbón sexy de azul”, “mete un gol más por favor nalgón de camisa roja con blanco”, “pongan cámara lenta y repetición cuando esas piernotas meten el gol al equipo contrario”, etc.
Lo cierto es que por unas pagamos todas, una cosa es que el futbol nos agrade y disfrutemos viéndolo, otra cosa es que ya nos creamos expertas o expertos en el tema y publiquemos sandeces al respecto.
Adelante con las imágenes: