La salud mental corresponde a un estado de bienestar en el que el individuo interactúa con su medio y consigo mismo sin conflicto, en consecuencia, no se acarrea un perjuicio para nadie. Como se podrá intuir, alcanzar un estado de salud mental no en algo fácil y requiere de la conjunción de distintos elementos.

El avance científico en el estudio de la salud mental ha evolucionado de la mano del conocimiento de la función cerebral y de la conducta. Hoy día se conoce que la salud mental no es algo exclusivo de la mente, del pensamiento o de las emociones. En términos generales se ha identificado que muchos padecimientos tienen una carga genética importante, por lo que son hereditarios. También se ha podido establecer con mayor precisión el peso que tiene el ambiente en el desarrollo de distintas alteraciones mentales, poniendo como ejemplo la familia y la comunidad, o bien, situaciones desfavorables que provoquen un daño físico como estar expuesto a sustancias químicas, a distintos tipos de contaminación, traumatismos en la cabeza, mala alimentación, sedentarismo o cursar con cualquier otro tipo de enfermedad.

Del mismo modo, los factores sociales son de gran importancia en la conservación de la salud mental. Los humanos somos individuos totalmente sociables y cualquier variación en nuestra interacción con otras personas influye en el bienestar de la mente. El aislamiento, el maltrato físico y/o emocional, la violencia o los conflictos generados por las obligaciones personales y sociales, actualmente se consideran un factor de riesgo para los trastornos mentales.

Gracias a los avances de la ciencia, hoy en día se sabe que las alteraciones mentales no son exclusivas de adultos, ya que pueden estar presentes desde la etapa del embarazo de una persona y afectar el desarrollo del nuevo ser, hasta los adultos mayores en las últimas etapas de la vida. De manera histórica existen registro de testimonios de conductas, sufrimientos o manifestaciones de lo que hoy reconocemos como signos de una enfermedad, por lo que se concluye que los trastornos mentales no son actuales y es algo con lo que tenemos que convivir y buscar nuevas alternativas de tratamiento.

El mayor conocimiento de la función cerebral ha puesto de manifiesto la base neural de un gran número de trastornos mentales, por lo que existen fármacos eficaces y seguros, terapias de tipo físico e intervenciones de rehabilitación psicosocial que ayudan a mejorar la calidad de vida y la función de las personas que presentan estos trastornos.

No se puede hablar de salud mental sin los actores de mayor relevancia en el tema, siendo los médicos psiquiatras y los psicólogos los encargados de identificar los padecimientos, ofrecer un tratamiento y trabajar arduamente en la rehabilitación necesaria. La realidad en México señala que existen cerca de 3.68 médicos psiquiatras por cada 100 000 habitantes. Esta cifra es inferior y no corresponde a la oferta médica recomendada por la Organización Mundial de la Salud. Además de lo anterior, los médicos psiquiatras se encuentran distribuidos en el territorio nacional de forma inequitativa, ya que en la zona centro y grandes urbes como Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey se encuentra alrededor del 60% del total de los psiquiatras que ejercen la atención clínica e investigación.

Es necesario señalar la urgencia en la implementación de políticas públicas enfocadas a las labores de prevención, detección oportuna, tratamiento y rehabilitación de personas con trastornos mentales, el empleo de mayores recursos en infraestructura y personal capacitado para atender la demanda de la población.

Para finalizar esta reflexión resulta importante recordar que uno de los primeros indicadores de alteración mental es cuando una persona no puede cumplir con sus proyectos, obligaciones o rutinas cotidianas, cuando se le dificulta el manejo de sus emociones o se encuentra imposibilitado por adaptarse a situaciones estresantes. Es en ese momento donde se requiere solicitar ayuda profesional, sin temor a la estigmatización.

La salud mental es tan importante como la salud física y es tarea de todos conservarla.