Hace unos días hablando con adolescentes, cuestionábamos lo siguiente: si alguien te pudiera otorgar un poder, ¿cuál pedirías y para qué lo utilizarías? Conforme se fueron dando respuestas, nos fuimos adentrando en el mundo de la fantasía, de lo irreal, del pensamiento mágico, de los anhelos, de los deseos y por qué no, de lo imposible.

Yo tenía cierta idea de las respuestas que pudieran dar, pero realmente me sorprendí de cada una. Algunas de ellas fueron las siguientes: alguien dijo, a mí me gustaría poder volar para ser libre, ser invisible, para poder entrar a muchos lugares interesantes, poder escuchar conversaciones a distancia, poder mover objetos con la mente, poder transitar viajando por el pasado, el presente y el futuro indistintamente, volver a vivir algún momento especial del pasado, tener  el poder de la sanación, adivinar el futuro para modificar el presente,

detener el tiempo para que me alcance para hacer más cosas, poder invocar cosas positivas, poder leer la mente, poder volar para que me reconozcan, ser quien yo quiera ser, cuando yo quiera, poder viajar a diferentes épocas interesantes de la historia, entender el funcionamiento del cuerpo y del cerebro humano etc.

Como se podrán dar cuenta nuestra imaginación es diversa y poderosa. Resulta interesante cuando se piensa en la utilidad de cada poder. Por ejemplo: volar para ser libre, la pregunta sería: ¿Qué no somos libres? ¿O es que no usamos nuestra libertad? Probablemente no. Ser invisible, realmente podemos pasar desapercibidos en muchas partes, o estar en calidad de observadores, aunque no seamos precisamente invisibles. Poder sanar a las personas, en el sentido estricto tal vez no podamos si no somos médicos, pero todos podemos sanarnos a nosotros mismos y sanar a otros moralmente, con palabras, afecto, compañía, escuchando a las personas, brindando esperanza, buscando soluciones, ofreciendo opciones etc. Volver a vivir momentos del pasado, eso es posible, nuestra mente es capaz de hacerlo, ir al pasado, al presente y al futuro, sí, nuestro cerebro no tiene ningún problema para transitar en el tiempo y poder imaginar cómo será el futuro a partir de lo que vivimos en el presente.  Poder detener el tiempo, tal vez no se pueda hacer tal cual, pero lo detenemos cuando vivimos intensamente el presente, cuando hacemos consciente el aquí y el ahora, cuando nos preguntamos dónde estamos, cómo estamos, qué estamos sintiendo, qué hay a nuestro alrededor, quiénes están con nosotros en ese momento, etc. Cuando no detenemos el tiempo,  pero hacemos una pausa para reflexionar que estamos vivos, cuando no estamos dejando pasar el tiempo sin sentido. Porque de qué nos serviría detener el tiempo, si de todas maneras no lo vamos a aprovechar.  Querer ser lo que quiera ser, realmente sólo falta decidirlo y empezar a hacerlo algo que nos acerque a donde queremos para que no se quede en sueños. Poder volar para que los demás nos reconozcan, tal vez volar en sentido figurativo, pensando que no tenemos que buscarlo, seguramente el reconocimiento será resultado de ser auténticos, de ser lo que en realidad somos, de la pasión con la que vivamos la vida, generalmente la gente nos reconoce por lo que somos, por lo que hacemos, por lo que aportamos a los demás, por cualquier cosa que emane de nuestro ser.

Con todo esto quiero decir que realmente no necesitamos acudir a poderes mágicos, el hada o el mago somos nosotros mismos, cuando sabemos que todo eso nos fue dado,  sólo hay que aplicar las palabras mágicas que nos transporten al interior de nosotros mismos, en donde emanan todos los poderes, toda la magia y todos los deseos. Donde se encuentra la fuente para ser feliz, cuando sabemos que la mayoría de las cosas pueden ser posibles, que sólo depende de creer que puede salir un conejo de un sombrero, una flor de una varita o un gran amor de un hermoso cuento de hadas.

¡Buen fin de semana!