El 29 de diciembre la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, declaró sobre el registro de reelección de Adrián Rubalcava en Cuajimalpa, bajo las siglas del PRI y del PAN: “Hoy lo que buscan...pues es sencillamente volver al pasado” “Eso es lo que los une, regresar al pasado de corrupción, regresar al pasado del dinero por encima de la justicia, regresar al pasado del autoritarismo por encima de las libertades.”

Esa declaración sobre la alianza electoral local del PRI y el PAN, ocasionó que diversos liderazgos de la oposición le cuestionaran su intromisión electoral; Andrés Atayde dirigente capitalino del PAN le recriminó que realizara “juicios de valor sobre alianzas electorales”.

Hace unos días, el Consejo General del INE aprobó un Acuerdo en el que dicta medidas cautelares para que el presidente de la República no influya desde las conferencias matutinas (mañaneras) en la contienda electoral.

El Acuerdo fue producto de una queja presentada por el PRD en contra del titular del ejecutivo federal por declaraciones en la mañanera del 23 de diciembre, mismas que se estimaron como indebida intromisión en el proceso electoral en curso.

El Acuerdo, señala que las declaraciones sobre alianzas electorales por parte del Ejecutivo Federal podrían dar pie a un “efecto expansivo de ilicitud, con consecuencias perniciosas y graves, si los servidores públicos de todos los niveles y jerarquías emiten declaraciones y realizan actos en favor o en contra de determinadas fuerzas electorales, en contravención a nuestro orden jurídico”.

El efecto expansivo llegó a la ciudad seis días después de las declaraciones del presidente. La Dra. Sheinbaum prácticamente hizo una copia declarativa de su jefe político, ajustándola a las alianzas locales.

Lo anterior tuvo una consecuencia

Claudia Sheinbaum, es la única titular del ejecutivo de una entidad federativa que es señalada con “una conducta similar a la que en esta resolución se reprocha de manera precautoria”. Lo anterior se puede constatar en el pie de página número 27, de la foja 49, del Acuerdo.

Las declaraciones de la Jefa de Gobierno ilustraron la necesidad de inhibir “a servidores públicos que aprovechan espacios públicos para realizar conductas y posicionamientos electorales”. Mal por la ciudad, nuestra gobernante debería ser ejemplo de apego a la ley.

El Acuerdo, ordena ahora, a todos los servidores públicos de cualquier nivel y orden de gobierno a abstenerse de realizar conductas que involucren manifestaciones cuyo contenido pueda ser de naturaleza electoral.

El Acuerdo al tomar como ejemplo del efecto expansivo, las declaraciones de la Jefa de Gobierno, la incluye tácitamente en una posible transgresión a los principios de neutralidad e imparcialidad contenidos en el 134 constitucional federal, y por tanto una afectación al principio de equidad en el proceso electoral.

La mejor Claudia, no es la que copia al jefe, sino la que asume posturas propias para el bien de la ciudad, como fue el uso del cubrebocas. Así evitará ser arrastrada hasta en sanciones o regaños electorales.