Serán ganas de asustar con el petate del muerto, pero sí impresiona la foto de AFP que publica hoy Milenio en toda su portada en la que se ve a trabajadores del museo de cera Grévin, de París, defenestrando la figura de Donald Trump, que fue enviada a la bodega de “nunca vuelvas” o sea “un lugar secreto de la región parisina donde terminaron (las efigies de) miles de personajes históricos o personalidades de no más actualidad.

De acuerdo a notas periodísticas, Yves Delhommeau, director del Musée Grévin bromeó: “Conservaremos la estatua de Trump algún tiempo. Quizás tendremos la ocasión de usarla como monstruo para festejar Halloween…”

Mientras tanto, en esta fría mañana que se vive en Washington, Donald Trump dejó hablar a su esposa, por rara vez, para que dijera unas palabras de despedida en una ceremonia no tan frugal (hubo cañonazos) en la Base Aérea Andrews.

Claro que no han faltado los locos que esperan que Trump y los suyos puedan regresar dentro de cuatro años al poder a través de la fundación de “The Party of the Patriots”, algo así como El Partido de los Patriotas.

Esto aunque expertos en política norteamericana desestiman esta posibilidad, aunque se acepta el disgusto del ya ex presidente con los miembros de su partido, el Republicano y la promesa trumpiana de que su movimiento continuará, en tanto siguen los procesos legales en su contra.

Para consuelo de los que le tenemos miedo al loquito, las encuestas señalan que Donald Trump tiene los índices de aprobación más bajos y abandona la presidencia en medio de una ola impopular.

Pero con él todo puede pasar, como se vio en los últimos cuatro años, así que no hay que descartar el Partido de los Patriotas.

Si acaso lo único que tenemos seguro es un respiro civilizado los próximos 4 años.

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