Considerando que el día 7 de enero cerró el registro oficial de Morena en todo el país para aspirantes a alcaldes y diputados locales, el senador (aun del PAN) con licencia Víctor Fuentes quedó sin posibilidades de competir en las próximas elecciones, al no registrar oficialmente sus aspiraciones a un nuevo cargo público por Morena

Pero esto no quiere decir que ya esté fuera de la posibilidad de ser candidato a la alcaldía de Monterrey, ya que quien tiene la última palabra en esa cuestión de hacerlo oficialmente aspirante a ese puesto, sería formalmente el Partido del Trabajo, que regentea (perdón, dirige) Alberto Anaya.

Aquí hay que observar el convenio que firmaron los cuatro partidos (PT-Morena-Verde-Nueva Alianza) para llevar a cabo la alianza en este 2021 los cuales se dividieron, como terratenientes de los viejos tiempos, terrenos municipales y distritales a lo ancho y largo del país como si fueran cotos, y cada uno tiene una representación en los territorios que les tocaron. En el caso de Nuevo León, que quede claro, al PT le tocó en la tómbola llevar mano por las candidaturas a Monterrey.

Claro, falta la decisión del presidente López Obrador, quien de manera indirecta, como en casi todas sus políticas partidarias, podría pedir/ordenar a Mario Delgado que él quisiera a Víctor Fuentes de candidato, si en todo caso esa fuera la voluntad de AMLO.

Esto le daría una señal a Beto Anaya, de algo así como “esto viene de arriba y el candidato es Víctor Fuentes”… Lo cual se traduciría en una “manita de puerco” a Beto, quien tiene el umbral del dolor muy bajo…

En una muy parecida situación se encuentra el periodista metido a la política Santiago González, quien tampoco registró sus aspiraciones por Morena a la hora de la convocatoria, ya que él pertenece al Partido del Trabajo, al cual le debe haber ganado la elección al cargo que ostenta como diputado federal, aunque es un serio aspirante petista a la alcaldía de Monterrey. Cosa que no oculta.

Y aquí viene la interrogante ¿Hasta estos días le han faltado al respeto a Beto Anaya, porque como se dice coloquialmente, no lo han pelado para nada y el expediente de Víctor Fuentes está en la oficina de la aspirante de Morena, Clara Luz Flores, quien, dicen, es la que maneja el caso?

Porque en esta tragicomedia Beto Anaya no aparece en escena, como tampoco le han dado su lugar, tal y como se había prometido, a la diputada federal Guillermina Alvarado, “visora” de Mario Delgado en Nuevo León.

Y a otro que nada más no han tomado en cuenta es al senador Julio Ramón Menchaca Salazar, quien fue designado por Morena delegado para Nuevo León para el proceso electoral estatal de 2021, y a quien por cierto nadie conoce ni lo fuma en el estado.

Víctor Fuentes ¿no sabe perder?

A todos los morenistas les extraña que el tema de Víctor Fuentes se esté manejando con un sigilo espeluznante, pero los que conocen al ex alcalde de San Nicolás, a esto y más tenebra está acostumbrado Víctor, quien me dicen, es recordado en el PAN precisamente por no honrar sus compromisos, por ser individualista y no saber hacer equipo., pero sobre todo porque no sabe perder.

Aunque, me comentan, todavía hay la posibilidad de que Fuentes le haga caso a su padrino y dirigente político, Mauricio Fernández, quien le ha pedido que no deje al PAN, a cambio de sucederlo en el próximo período en San Pedro, donde podría reelegirse para buscar desde ahí, ser candidato a la gubernatura en un largo proyecto que se vería cuajado dentro de casi 9 años. ¿Tendrá paciencia Víctor?

Los panistas me dicen que les sorprende la diferencia entre Fuentes y Felipe de Jesús Cantú, quien, sin pensarlo dos veces, renunció a su larga carrera de 37 años en el PAN y ahora tiene dos posibilidades en Morena, ser candidato a la alcaldía de Monterrey o buscar una diputación, mientras Víctor… ni sus luces…

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