Si usted es milenial a lo mejor no entiende la frase aquella que usamos muchos mexicanos de “ya me cayó el 20”.

Le aclaro entonces: cuando en México no había celulares y las llamadas telefónicas desde la calle se hacían mediante un teléfono público, por 3 minutos de uso había que depositar 20 centavos en el ánfora del teléfono.

Cuando se establecía la conexión, la moneda de a veinte caía en el ánfora del teléfono, de ahí la frase, que aplica cuando uno no entiende bien un asunto y ya que capta, diga eso de que “ya me cayó el 20”.

Aunque también el número 20 es muy usado en el español que hablamos en México, con frases que van desde la poética “que veinte años no es nada…” al insulto de “vas y chingas a veinte”.

“Bailar en un veinte” tiene muchos usos, como el de frenar repentinamente en un trecho muy corto, o pasar por una situación difícil, que, aunque no te tumba “te hace bailar en la superficie de una moneda de a 20”.

“Póngale un 20 al piano”, se escuchaba en las cantinas cuando había pianolas tragamonedas, una especie de pianos automáticos que funcionaban a base de monedas…

O “echarle un veinte a la radiola” era la frase que se usaba para pedir que alguien pagara el costo de una canción en un disco.

Ya más cercana a nosotros, se puede aplicar la frase corta de la canción de José José “40 y 20”.

En esta, que es mi última participación del año, yo lo que pido es que a todos nos “caiga bien el 20”.

Tanto el año, 2020, como el 20 de la frasecita.

Que nos entendamos mejor y que trabajemos mejor.

Que los signos de la división desaparezcan en nuestra atribulada sociedad y que llegue la concordia.

Son pocos, lo sé, pero, son los mejores deseos de mi para usted que me hace el favor de leerme.

¡Feliz año 2020!