Los partidos son un mal necesario
Cada tres años escribo un par de comentarios sobre la elección en el municipio de Pahuatlán, un pueblito de la Sierra Norte de Puebla. Lo hago desde los años noventa. Aclaro, no soy de ese pueblo ni voto allí, pero le tengo afecto; como antropólogo que soy, sigo sus cambios político- culturales con relativa puntualidad.
Desde entonces nunca me he equivocado en mis predicciones electorales. Lo cual no tiene ninguna gracia. Si algo lo caracteriza es la estabilidad electoral de sus votantes, y el perfil predecible de los sucesivos aspirantes. Eso permite hacer anticipaciones. No sólo lo hago yo, lo hace la mayoría de los observadores.
Además, cada que puedo aplico una pequeña encuesta, con especial atención en las preferencias de la zona indígena y la cabecera mestiza. Tiene 20 mil habitantes. El padrón electoral es de alrededor de 14 mil registros; votan cerca de 9 mil. Los mestizos se concentran en la cabecera; los indígenas en localidades inhóspitas, y con escasos y malos servicios públicos. Prácticamente todo el municipio acusa pobreza y pobreza extrema. El rezago social es el más alto del distrito.
Como en todos los pueblos indígenas de este país, hay una rivalidad histórica entre ambas zonas, producto de procesos históricos que tienen que ver con la conquista y las formas de dominio que en 500 años no se han modificado un ápice, salvo para ajustarse a las nuevas circunstancias de cada época.
La crisis de los partidos y su rechazo generalizado esta presente en Pahuatlán, Puebla
Volvamos al tema. La cuestión es la elección municipal en curso, la cual tiene ingredientes nuevos, no vistos en elecciones pasadas, como el predominio de una familia en la presidencia, y el interés económico y familiar de un dirigente estatal de partido. Esos ingredientes (de no cambiar en junio) puede ser una variable funesta para el tan urgido progreso del municipio, y su futuro en general.
Lo primero que salta a la vista es que los problemas nacionales tienen expresiones visibles a nivel regional, local y microlocal. La crisis de los partidos y su rechazo generalizado esta presente en Pahuatlán en prácticamente los mismos porcentajes nacionales.
La calificación de los gobernantes son en el mismo sentido, con el agravante, o virtud, de que en el ayuntamiento es en donde la relación entre ciudadanos y gobernantes es cara-a-cara, y por lo tanto los reproches y descalificaciones se manifiestan de inmediato. Es uno de los granes méritos ponderados por los especialistas. Y donde la democracia se aproxima más a su modelo progenitor: el ateniense.
El malestar es muy alto en contra de la actual presidenta municipal. Concentra el rechazo de nueve de cada diez personas con credencial para votar. El presidente sale muy por arriba de la aprobación nacional. Motivada seguramente por su presencia en enero del año pasado en una comunidad del municipio.
Nunca en la historia un presidente de la República lo había visitado. La otra figura prominente fue Juan de Palafox y Mendoza, quien fue virrey de la Nueva España; pernoctó una noche en el pueblo, en un recorrido por iglesias de la Sierra, en su condición de arzobispo de Puebla.
Alcaldesa es esposa del anterior alcalde
El rechazó a la presidenta municipal es un rechazo de origen. No es producto de malos actos de gobierno. La alcaldesa es esposa del anterior alcalde. Es decir, heredó la presidencia de su marido. Lo hizo en contra de la opinión política más arraigada entre la población del municipio, la negativa a que vuelvan “los que ya pasaron”.
Debo confesar que yo fui partidario de su elección.
Por tres razones:
a) que una mujer subiera al mayor puesto público en un municipio en el que todavía pegarle a la mujer sigue siendo un acto distintivo de respeto del hombre, me parecía una gran hazaña y una manera de contrarrestar el machismo violento.
b) el alcalde saliente tuvo buen desempeño en materia de inversión, en parte por su amistad personal con el gobernador Rafael Moreno Valle.
c) porque había el compromiso de hacer de “Pahuatlán un municipio de electores”.
Una idea mía, ideada mucho antes de que fuera retomada a nivel nacional por Paco Taibo II para el Fondo de Cultura Económica. Ya tendré modo de cobrarle derechos y regalías y un par de Coca-colas.
Biblioteca sin apertura
Me abochorna decirlo, pero acepté ser nombrado director de Cultura del municipio. Lo trágico no fue que no haya podido llevar adelante el proyecto de lectores. La tragedia fue que durante el breve periodo de mi gestión no siquiera conseguí que la pequeña biblioteca se abriera al público, tampoco logré poner a salvo de la humedad el archivo histórico municipal que conserva documentos del xviii, xix y xx .
Regresemos al punto y veamos a los aspirantes. Para tomarlos en serio hay que partir de ciertos criterios indispensables no para ganar, pero sí para ser competitivos.
El primer criterio es la capacidad de gasto de los aspirantes. La gente lo sabe, y lo dice de este modo:
“Puede ser buen candidato, y hasta buen gobernante, pero no trae dinero”
Será la honorabilidad de los candidatos la que determine el triunfo del próximo presidente municipal
Otro criterio es el partido; el partido ayuda o debilita, pero es forzoso porque es la única manera de participar (en esta elección hay un aspirante independiente del que hablaremos más adelante).
Otros criterios son ascendencia sobre los grupos políticos, los que más que políticos son grupos clientelares o de beneficio. Que pueden ser de una familia nuclear, o familia ampliada; y cierta popularidad del aspirante, que caiga bien a la gente y que no sea “tacaño”. La tacañería es mal vista y es señal de mal augurio.
Sin embargo, en esta elección no serán los partidos los principales protagonistas, será la honorabilidad de los candidatos la que determine el triunfo del próximo presidente municipal. Tampoco será la capacidad de compra de votos, como en el pasado: nueve década diez reprueba que se entregue dinero a cambio del voto. Como les ha recomendado el presidente Andrés Manuel, aceptarán todo lo que les ofrezcan, porque es dinero del pueblo, pero a la hora de la votación, lo harán en conciencia.
Los partidos son un mal necesario nacional, y en Pahuatlán se reciente. Son un mal impuesto por los grupos de poder. Se les aborrece pero a su vez se les anhela porque son el único medio que existe para acceder al gobierno. Las elites políticas se han encargado de legislar para mantener el monopolio de los puestos de elección, de presidente de la República a alcalde pueblo.
De los diez partidos en el municipio apenas uno tiene arraigo: el PRI. Los viejos arriba de 60 le guardan fidelidad. Conserva su voto duro; menguado pero lo tiene. PRD y Morena son un desprendimiento de aquel. Por lo tanto no tienen nada nuevo qué ofrecer a los electores jóvenes ni a los ordinarios. Morena no es López Obrados. La brecha entre uno y otro es de más de 50 puntos.
Fuera de ellos (PRI-PRD-Morena) la presencia de los partidos es nula. La salvedad es Fuerza por México, el partido asociado a Morena. El PRI se quedó en los 80; el PRD se desfundó con la creación de Morena, y Morena esta pulverizado, tanto más se dividen cuanto más son los odios entre ellos. Ya hablaremos de presencia repentina de Fuerza México y su impacto.
Aquí, en la crisis de los partidos y la evaporación de los principios, es donde entra el dinero. Fuente principal de corrupción. A falta de ideas, dinero; a falta de credibilidad, dinero, a falta de popularidad, dinero; a falta de proyectos, dinero; a falta de honorabilidad, dinero; a falta de partido, dinero, dinero, dinero. Es así como la obra pública (unos cien millones anuales) se pone a disposición del mejor postor.
¿Quiénes son los aspirantes que aparecen en el arrancadero a 72 días de la elección?
Chayo News.
Entre los votantes de Chiconcuautla se anticipa como seguro el triunfo de Tomás Martínez Roldán, resultado de una alianza institucional y de facto entre prácticamente todos los partidos políticos comprometidos con el bienestar y desarrollo de los pueblos indígenas. Tomás Martínez, es uno de los dirigentes más importantes, sino es que el único, en la Sierra Norte de Puebla.