La producción de leche y sus derivados en México reviste gran importancia para la economía del país, así como para el desarrollo alimentario de la población. La producción de lácteos en el territorio nacional ha tenido un crecimiento anual de 1.46 por ciento en los últimos 12 años.
Según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) el valor de la producción lechera en 2014 equivalía aproximadamente a 81,000 millones de pesos. Esto representa en promedio cerca de 0.37 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) total y alrededor del 10 por ciento del PIB agropecuario. Dentro del Producto Interno Bruto Ganadero, la producción de leche tiene una participación de 35 por ciento.
La industria de los lácteos en México comprende actualmente una cadena de 4200 almacenes detallistas, 310 empresas formales registradas, 789 mil unidades de producción, 80 por ciento de los hogares en el país consumen leche y sus derivados, son 19 grupos industriales y 4 marcas, que conforman esta industria.
La leche y sus derivados, son esenciales para la sana alimentación, ya que estos productos tienen características nutricionales importantes, para el desarrollo humano, por eso organismos internacionales como la FAO y la UNESCO, los han recomendado como alimentos indispensables para la nutrición, principalmente para los niños. Los productos lácteos, son alimentos de gran valor nutricional por lo que no pueden ser fácilmente desplazados ni sustituidos por otros productos en la alimentación diaria.
México produjo el año pasado 11 mil 30 millones de litros de leche y consume apenas 132 litros per cápita, de este alimento al año, mientras que el consumo recomendado por la FAO es de 188 litros por persona, según cifras de la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (Canilec).
La estructura actual de la industria de la leche y sus derivados en México, se encuentra en un nivel de concentración significativo. El mercado de los lácteos se comporta como un oligopolio caracterizado por el dominio de muy pocas empresas que acaparan la venta al consumidor.
Actualmente Lala, la empresa que fundó Eduardo Trillo, tiene el liderazgo en la venta de leche blanca (leche fresca) en el territorio nacional, con el 45.8 por ciento del mercado, mientras que Ganaderos Productores de Leche Pura (Alpura) que preside Víctor Gavito tiene el 24.9 por ciento y Lechera Guadalajara (Sello Rojo), de la familia González Uyeda, cuenta con 7.6 por ciento, de acuerdo con datos de Euromonitor Internacional.
Liconsa, que es una compañía paraestatal del gobierno federal que tiene como objetivo principal el abasto, de leche de calidad a bajos precios para los estratos de la población de ingresos más bajos y así mismo ser apoyo para los pequeños productores del lácteo, actualmente tiene 10.8 por ciento del mercado.
En mayo del 2012 Coca-Cola, a través de Jugos del Valle y ocho embotelladoras, adquirió a la lechera Santa Clara, pero a pesar de la gran inversión que se ha hecho la participación de la empresa adquirida por corporativo estadounidense es moderado en el mercado mexicano, lo que significa que la refresquera no le ha sido posible romper el dominio que ejercen en el mercado de los lácteos, los 3 grandes de la producción de este alimento.
El mercado de leche condensada, evaporada y en polvo en México también está sumamente concentrado, pero aquí es la empresa de origen suizo Nestlé, la que controla la producción y venta de este alimento en más de un 80 por ciento.
La apertura comercial que se ha dado en México en las últimas décadas está afectando a los pequeños productores de leche, ya que se permite la importación de líquidos que podríamos llamar ?chatarra?, fórmulas lácteas y sueros que compiten deslealmente, en el mercado local, al tener mejor precio los productos adquiridos en el exterior, además de que estos no tienen la calidad necesaria al no ser leche genuina.
La queja de los pequeños productores de leche en México es que el gobierno permite a empresas como Walmart y a firmas como Sigma, Danone, Lala y Sello Rojo la importación de sueros, sustitutos o leche en polvo, lo que afecta la venta del lácteo fresco.
El pasado 26 de febrero decenas de pequeños productores de leche de Jalisco protestaron por las difíciles condiciones para la comercialización de su producto, dada la alta concentración del mercado y la competencia desleal que significa los productos importados. Los empresarios del lácteo se manifestaron en el estacionamiento de una tienda Walmart del centro de Guadalajara, regalando casi 2 mil litros de leche.
La entrada en vigor del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en ingles), el cual suscribió México, significará una mayor apertura del mercado nacional, lo que tendrá efectos para los productores de leche y sus derivados, ya que productos lácteos de Nueva Zelanda, podrán entrar al país, con tasas arancelarias bajas y serán muy competitivos esos alimentos, dada la alta productividad y bajos precios que tienen en esa industria los productores del país del Pacifico Sur; lo que seguramente le quitará mercado a los grandes corporativos nacionales y condenará a la desaparición de pequeños productores.
La depreciación del peso frente al dólar que se ha dado en los últimos meses en México está afectando a los productores de leche y sus derivados, debido a que muchos de los insumos para esta industria son importados, como son los forrajes, el maíz amarrillo entre otros, siendo los pequeños productores los que más sufren esto.
Derivados de la leche, como son quesos, helados cremas, mantequillas, yogurts, así como leches saborizadas, el mercado, de estos productos está también dominado y concentrado en muy pocas empresas, por lo que también aquí podemos hablar de un mercado oligopolio que afecta el sano desarrollo económico del país.
La alta concentración que se da en el mercado de la leche y sus derivados frena el desarrollo económico del país, por lo que mientras los grandes corporativos de Lala y Alpura han podido ofrecer al consumidor un sinfín de opciones para consumir leche y han aumentado considerablemente su gasto en publicidad, lo que les ha redituado grandes ganancias y mayor penetración en distintos segmentos del mercado.
Las pequeñas y medianas empresas productoras de leche y sus derivados no cuentan con recursos suficientes para publicar, innovar y ofrecer lo que el mercado demanda, lo cual ha dejado prácticamente sin rivales a Lala, Alpura y Nestlé.
El poder financiero de Lala es tal que en 2007 la empresa lechera adquirió la mayoría de las acciones de Aeroméxico que estaban en manos del IPAB, poniendo en ese entonces al que fuera presidente del Consejo Coordinador Empresarial, José Luis Barraza, como presidente del consejo de la aerolínea. Hay que recordar que Barraza, apoyó ilegalmente a Felipe Calderón Hinojosa en la campaña presidencial del 2006.
El gobierno federal debe tener un plan para el rescate de los pequeños productores de leche y sus derivados y proteger a éstos de los embates de la apertura comercial en el sector, para que se evite la desaparición de empresas, con la consiguiente pérdida de fuentes de empleo.