Hoy es 1 de Mayo. Se celebra el Día del Trabajo y causalmente no se trabaja. Y no es algo contradictorio. Este día se celebra el Día del Trabajo porque en el año de 1908 en Estados Unidos hubo una Revolución Laboral e Industrial conformando así una huelga masiva de trabajadores que entraron en paro para exigir mejores condiciones laborales, acortar las largas jornadas laborales y ambientes más dignos. Es decir, lucharon por sus derechos. En un día como hoy, quise detenerme a escribir de este tema porque, con la entrada del nuevo Gobierno, he visto a mucha gente querida y conocida perder su empleo , cabe decir que también perdí mi empleo por lo mismo, sin embargo entiendo que todo cambio y toda crisis es el único de nuevas oportunidades, pero el impacto para mucha gente también ha sido devastador y por todas esas personas escribo hoy de este tema.  El trabajo dignifica, me dijo alguien alguna vez y sí. Te da un sentido de pertenencia al mundo  y de anclaje . Más allá de la parte económica te hace sentir útil y necesaria.  El trabajo edifica. Te recuerda que estás vivo. Pero hoy todas estas personas que perdieron su empleo, un día  como hoy , les recuerda que justamente carecen de trabajo y la incertidumbre es grande. Sobre todo porque muchas personas que perdimos el trabajo tenemos una edad en donde ya es difícil que nos contraten, la situación del país es complicada. Entiendo que Andrés Manuel López Obrador intentó hacer una especie de “poda” generalizada para empezar a construir nuevos terrenos en diferentes áreas , entiendo que así tenía que ser para generar cambios, digamos nos tocó ser sacrificados para que vengan tiempos mejores ( ojalá) pero así como quitó trabajos el Presidente, así debería de generar nuevas vacantes, más empleos y más oportunidades, pero aún no veo claro . 

Lo que sí veo claro es que la delincuencia ha aumentado, y seguramente tiene que ver con el tema del desempleo. ¿Al final la esperanza dónde queda ? El esposo de una prima perdió su empleo, 25 años dedicado a una empresa, entregando alma, corazón y vida y lo despiden. No lo liquidan pues la empresaria quiebra. El ahora está sumido en una profunda depresión: No sale de su cama y no quiere vivir. Historias cómo está me hacen pedirle, exigirle al Señor Presidente que cuanto antes pueda cambiar la situación. Puedo entender que muchos temas lleven más tiempo para ser mejorados pero ¿la existencia de empleos? ¿No debería de ser algo inmediato? Pero también la humanización de los patrones tiene mucho que ver, quieren ahorrarse costos y someten a sus empleados a largas jornadas laborales para no contratar a más personal . Entonces son círculos que no acaban. Debemos de hacer una reflexión todos de cómo podemos llevar a buen puerto a México.

Yo tengo esperanza aún. Esa nadie me la podrá quitar. Y lucho todos los días por tener una nueva oportunidad laboral. No hay que rendirse. Que nuestro trabajo sea encontrar trabajo con la confianza de obtenerlo .