Estuvo muy interesante el informe de actividades del rector de la Universidad de Guadalajara. Naturalmente, lo primero en lo que uno repara es en el acomodo de las fuerzas políticas en el paraninfo recreado en el Teatro Diana, en la pulcritud con la que se tratan, se sientan y se refieren entre sí los adversarios, la prudencia con la que la Universidad de Guadalajara se coloca en medio de las fuerzas vivas.

Pero esa es grillita interna. Lo importante es lo sustantivo y después, la visión política de la universidad pública. Lo primero, con un formato como siempre notable, permite saber que la UdeG tiene más infraestructura, más carreras, mejores profesores, alumnos con más opciones, participación tutelar en el entorno, una visión diversa, más cultura, más investigación, más impacto social y mayores esfuerzos por retribuir a los académicos. Todo más. Claramente no es suficiente: pero no se puede demeritar el enorme esfuerzo que realiza el equipo de gobierno de esta institución. La UdeG, la universidad estatal más importante del país, tiene que sentirse orgullosa, entre otras cosas, porque nos hace sentir orgullosos.