Leo la columna de don Fede “Insultó a @lopezobrador_ y le dio un punto en las encuestas: @EPN debe despedir a @Otto2025” y no estoy de acuerdo con el director de SDPNoticias. A continuación explico por qué.

1.- El periodista está pidiendo la renuncia de un buen funcionario ¡por su cuenta de twitter! 

¿Y el trabajo de don Otto, primero como subsecretario y ahora como secretario de educación, no cuenta? 

¿Y la brillante participación que tuvo en los foros del INEE en la mesa que fue moderada por el también destacado Ricardo Raphael donde evidenció un dominio absoluto del tema educativo y un interés real –evidenciado en propuestas concretas— en contribuir por sacar adelante a México de la debacle educativa? 

2.- Apelando a la seriedad que el señor Arreola exige a Tirios y Troyanos, me permito preguntar ¿dónde está su columna respecto a los calificativos “pirruris”, “fresas” y demás con las que AMLO se ha referido a algunos de sus adversarios? ¿no lo va a denunciar al CONAPRED? Obvio no. A casi todos, nos parecería una exageración ¿verdad? Pues ese es el punto: el doble rasero de la comentocracia mexicana. 

Cuando a algunos les conviene –según sus filias y sus fobias—, utilizan “argumentos” del calibre: “es una expresión”, “es un decir”, “son tiempos electorales”, pero en otras ocasiones se desgarran las vestiduras por minucias. Sí, minucias. Ya chole.

3.- Como todos los Maestros de México, aspiro legítimamente a ocupar el escritorio de Vasconcelos para desde ahí poder cambiar muchas cosas para bien de los niños y jóvenes de este país. 

Hoy me doy cuenta de que mi cuenta de twitter, la que –igual que don Otto— utilizo de manera personal (subrayado y con negritas), puede y será utilizada en mi contra y eso no es ético ni justo ni correcto.

No me interesa que Vargas Llosa niegue el derecho que los personajes públicos tienen a opinar a título personal, eso sí es una barbaridad y no tiene sentido porque todo profesional que se precie de serlo, sabe que tiene derecho a profesar una religión, a tener una postura sobre temas como el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo etcétera, siempre y cuando esto no impida que realice su trabajo como debe ser: con calidad, equidad e inclusión, siempre. 

4.- No faltan los despistados que ya se tomaron un supuesto agravio a título personal y digo “supuesto” porque la RAE no brinda significados, sino síntesis conceptuales. La interpretación es cosa de cada persona –o usuario de twitter, en este caso—. 

Para mí, no hay tal agravio. López Obrador es el loco más cuerdo que conozco. “Los locos abren los caminos que más tarde recorren los sabios” dice el sabio refrán.

A como están las cosas actualmente, el calificativo “orate” es un halago y aunque no coincido con su posicionamiento electoral con respecto a la Reforma Educativa, admito que en algunos postulados tiene razón, pero no porque él lo diga, sino porque he comprobado que lo que dice –porque se lo han dicho compañeros maestros disidentes— es verdad.

5.- Sobre el escritorio de Vasconcelos está La Minerva, considerada la escultura maldita de la SEP y que representa a la diosa griega de la sabiduría y la justicia. 

El maestro Nuño Mayer nos contó a varios maestros de la Cuenca del Papaloapan, Veracruz y a mí, que Vasconcelos la compró en una tienda cercana a Al edificio que hoy ocupa la SEP en el centro histórico de la Ciudad de México.

Según la leyenda, todo secretario que toca la Minerva, deja de serlo “Así que nadie la toca”, nos dijo el entonces Secretario de Educación Pública.

La Minerva de todos los funcionarios de este país, no sólo de la SEP, debe ser su trabajo. Todos deberíamos ser ponderados conforme nuestras obras, en lugar de ser juzgados por cómo utilizamos nuestra cuenta de Twitter. Es absurdo.

Un poco de mesura, por favor.

¿Usted qué opina, estimado lector?