El ataque a la propiedad privada y a la confianza colectiva que está ocurriendo en Cancún, en estos días, y que pudiera parecer un asunto meramente local y en contra de una determinada empresa, es sin duda de la mayor importancia y de perspectiva nacional, ya que abre un socavón en el centro de la estructura de un sistema democrático cuyos pilares son la propiedad privada y la secrecía financiera. Suenan fuerte las alarmas.
Para los que aún no lo saben, les comentamos que autoridades federales han intervenido una empresa domiciliada en Cancún que ofrece el servicio privado de cajas de seguridad, 1500 para afinar el dato. Algunas notas de prensa y angustiosas llamadas telefónicas de varios Clientes, aseguran que la SIEDO la ha intervenido, que impide el paso de los afectados con apoyo de una tanqueta de la Armada, que están abriendo las cajitas a golpe de cincel y martillo, que se llevarán el contenido de ellas a la CDMX y que el que tenga algo que reclamar que se apersone en esa con las facturas correspondientes y le serán devueltas sus pertenencias. ¡Rájale!
Póngase usted, apreciado Lector, en el lugar de uno de los arrendadores de dichas cajas de seguridad. Piense en el tremendo impacto que ud. sentiría al saber que han vulnerado su confianza, que de pronto se encuentra en un estado de indefensión sin opción de auxilio inmediato, arrasado por la impotencia y la incredulidad de que por golpe de autoridad le arrebaten un puñado de recuerdos, de valores personales, económicos o afectivos. Como demostrar, por ejemplo, a quien tiene el deber de proteger a la sociedad, que no existen facturas de algunas joyas de familia que pasan de mano a mano durante varias generaciones; dinero en efectivo que se ahorró con mucho esfuerzo para fines educativos o comerciales o por lo que a cada quien le parezca; pagarés, contratos, cartas de carácter confidencial y, en general, cualquier cosa que sea de interés estrictamente personal. ¡Qué miedo!
También calcemos los zapatos de la SIEDO en su responsabilidad de proteger a la sociedad combatiendo al crimen desde el indicio más pequeño. Eso está bien, hay que apoyarlo e incluso aplaudirlo, Lo que no va, es la forma en que lo están haciendo porque una acción de tal naturaleza es inaceptable y vejatoria. Legalmente puede ser válido que las autoridades investiguen y ordenen abrir y catear esos negocios ya que podemos recibir impensables sorpresas.
Es decir, destapar a granel un montón de Cajitas de Pandora puede ser social, legal y éticamente demoledor. Por ejemplo, puede ser válido el cateo, pero no de la manera que los afectados exponen que se está llevando a cabo, ya que de esta forma más parece un robo con agravantes, un asalto a mano armada, un abuso de poder violatorio de Leyes fundamentales con total impunidad y desfondamiento del Estado de Derecho, sí, todo eso parece y no una acción determinante en contra de Doña Lety, líder del narcotráfico en Cancún. Aguas, eso dicen.
El asunto puede atraer graves y lamentables consecuencias. Hoy se piensa que una casa ya no guarda cosas de valor como joyas, dólares o pesos y por eso deja de ser un factor de robo. Sin embargo el retiro de estos valores de las cajas de seguridad y volver a la guarda del colchón o caja fuerte en casa, revertiría el interés de los cacos profesionales. Por otra parte, se rumora que 120 de esas cajas pertenecen a un ex-presidente municipal de un pequeño municipio del Estado. Este comentario, exacto o no, al menos da para pensar cuantas Cajitas de Pandora puede tener un gobernador o algún presidente de un municipio grande; y que tantas e ilegales cosas se pueden guardar en ellas al grado de convertirlas en un almacén repleto de droga que la Doña use para su trasiego; o cercar y catear de madrugada todo un fraccionamiento, privada o barrio porque en su interior vive alguien como la publicitada Doña Lety. ¡Para Ripley!
Terminemos: ¿No sería lo más correcto citar a cada Cliente, uno por uno, y abrir e inspeccionar ante él, el contenido de su cajita? ¿No sería más apropiado forzar solamente las Cajas de Pandora de los que no se presenten? El que debe que pague, pero los demás, ¿Por qué?
Rendijas
Estamos sin exagerar a la vuelta de un Estado regresivo, de una sociedad sin Ley, como no sea la de la selva, y un gobierno sin gobierno. ¿Dónde están los cuatro fiscales?
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Querétaro, Octubre 31, 2017.