Todos los días elegimos quiénes somos, el futuro es una mentira que nos contamos para nunca dar un salto. Los seres humanos tenemos el poder de elegir, pero la clave está en usar este poder para ser mejores  personas y hacer de este mundo un mejor lugar para vivir. 

Nos quejamos de todo, vemos que todo va mal pero no elegimos cambiar. Y siempre esperamos que alguien más haga algo para cambiar las cosas, ¿por qué no somos ese alguien? Y no hablo sólo de un cambio político o social, hablo de una transmutación de valores. 

Siempre lo he pensado. La desigualdad, la corrupción, la impunidad y todos los males que nos aquejan y nos carcomen como sociedad no son más que el reflejo de lo que somos cada uno de nosotros. 

Si piensas que necesitamos un cambio; empieza por cambiar tú primero. La fuente del cambio de este país son los valores y los jóvenes principalmente están llamados a protagonizarlo, ellos deben de ser el verdadero cambio de la actual idiosincrasia desvirtuada, la recuperación de la moral y la ética del ciudadano mexicano.