Varios filósofos griegos, con especial mención a Platón, debatieron sobre la belleza; la de tipo físico y anatómico, la intrínseca en los objetos de acuerdo con su función, la que deriva de la utilidad, y aquella que por razones diversas causa un efecto placentero en los sentidos. Al final, nuestra era posmoderna equipara lo bello con lo que es, en uno u otro sentido, conveniente. Un acercamiento socrático que nos abre la reflexión de hoy.

En repetidas ocasiones hemos oído hablar de los accesorios para hombres, (como  meros complementos, hasta opcionales) y de cuáles son los accesorios más idóneos para cada ocasión o atuendo. Se habla menos, sin embargo, del efecto e impacto que pueden tener estos en nuestro lenguaje corporal, y en la percepción de los demás. De hecho, tienen la capacidad de provocar o predisponer inconscientemente a nuestros interlocutores, y tener un conocimiento profundo de nuestra propia imagen es una herramienta útil en todos los círculos sociales y laborales.

La asertividad a la hora de elegir nuestros accesorios como zapatos, relojes, anillos,  corbatas, bolsos, carteras, portafolios e incluso plumas para escribir, no sólo habla de nuestra personalidad sino de lo que comunica en una primera impresión; la credibilidad ,la responsabilidad, el compromiso, y la confianza que deseamos transmitir.

Hoy día hay una gran variedad de accesorios para hombre: cinturones, joyería, relojes y similares. Lo cierto es que habrá profesiones que otorguen libertad al uso tanto de colores variados en nuestras prendas de vestir  como en el uso de estos  accesorios, pero hay otras profesiones que no pueden prescindir de ciertos estilos clásicos o universalmente aceptados.

Otra vez el Sócrates platónico, debatiendo con Hypias sobre lo bello: "…pues consiste en hablar con elocuencia en el Senado ,delante de un tribunal ,o de un magistrado cualquiera ,hasta producir la convicción y conseguir una recompensa ,que no es pequeña ,y si la mayor de todas ,cual es el placer de salvar su vida ,su fortuna y la de sus amigos."

¿Ven porvqué es conveniente? ¿Pueden imaginar a un especialista en medicina sin un reloj sobrio y elegante, y con un reloj juvenil que transmita inexperiencia? ¿O a un director de una compañía en una junta sin un cinturón y  sin el calzado formal y lustrado? ¿Qué me dicen de un abogado en ropa deportiva, cuya misión sería litigar a tu favor y en quien has depositado toda la confianza para que salve tu libertad o tu patrimonio?

Vestirse correctamente, estar a la moda y actualizados, es cuestión más de esmero que de capacidad económica, y ciertas reglas de estilo y autoconocimiento siempre prevalecerán sobre un alto presupuesto sin brújula de estilo. Los dejo con la pregunta exhortativa, ¿Qué queremos comunicar y, mejor aún, que queremos significar para los demás?

Enrique Solano Diseñador de Modas