La ampliación de la oferta electoral vía la inserción de nuevos partidos no ha contribuido al fortalecimiento de la democracia. Ante la próxima elección de mediados de año es necesario abrir el debate sobre la conveniencia de quemar un voto a favor de estos institutos políticos.

En las últimas semanas hemos sido sometidos por la propaganda del Partido Verde, su campaña publicitaria es escandalosa y grosera, en contra de nuestra voluntad vemos sus comerciales en las salas de cine y lo peor es que nadie los detiene. Los ?verdes? son el ejemplo más claro de lo rentable que resulta tener tu propio partido, durante años han enganchado a electores trasnochados e ingenuos a quienes no representan ni les importan. Los votos que han recibido les han dado la posibilidad de comerciar tanto con el PRI como con el PAN, a la fecha están convertidos en una sucursal del tricolor.

El partido de la maestra Elba Esther Gordillo ?a huevo? es Nueva  Alianza aunque lo quieran disimular y se presenten como una opción fresca, diferente y liberal. Fue concebido desde el régimen, producto de la corrupción. En realidad ser turquesa es ser conservador, es validar con el voto el rezago educativo, el enriquecimiento de sus propietarios, el uso indebido de los recursos públicos y las prácticas más atroces de la política.

 

Por las filas del PT y Movimiento Ciudadano han pasado políticos aguerridos, con sentido social y compromiso con las causas justas. Ambos partidos han abiertos sus puertas para ciudadanos que buscan el cambio. Sin embargo su principal objetivo ha sido mantener el registro, tener el membrete que les permita a sus ?dueños? o representantes seguir en el escenario político con los beneficios que da el estar dentro de la jugada. A diferencia de los verdes y turquesas sus posiciones no son determinantes para la definición de asuntos de interés público. De ahí que considero que su existencia no tiene mucho sentido.

En esta contienda electoral se presentan el Partido Humanista y Encuentro Social los cuales son ilusorios, no vale la pena escribir mucho de ellos, ni darles un voto.

A estas alturas conviene preguntar a quienes han votado por los ?partiditos? si ha valido la pena, estoy seguro que no. Contamos con 10 partidos, solo 4 tienen posibilidades, el PRI y PAN que ya gobernaron, sus resultados están en la mesa, el desdibujado PRD alejado de la gente pero con aun con algunos militantes valiosos y Morena que  aunque estrena registro cuenta con una base social importante y también goza del beneficio de la duda.

No desperdiciemos nuestros votos en partiditos, mejor que se vayan, que desaparezcan.