La situación política de México está en constante cambio y la configuración de la geografía política de México de 2018 es muy distinta a la de después de las elecciones el primero de julio. Sin duda podemos decir que el gran ganador fue Morena que a pesar de no tener ni cuatro años de existencia logró ganar una gran cantidad de municipios, estados, diputaciones locales, regidurías, diputaciones federales y senadurías. Sin embargo, eso no implica que tengan todo pavimentado para arrasar en 2019, 2020 y 2021.

¿En qué me baso para decir que Morena no tiene todas las de ganar los próximos tres años y la elección intermedia? En algo muy simple, de tantas candidaturas que estaban en juego dicho partido tuvo que reciclar candidatos de otros partidos, lanzar candidatos desconocidos y finalmente echar mano de candidatos sin perfil adecuado para salir airosos ya en funciones en el cargo que ganaron. El otro detalle es que fácilmente el 70% de las elecciones que ganó Morena fueron gracias a Andrés Manuel López Obrador y no precisamente los candidatos que lanzaron que simplemente eran y son desconocidos en sus tierras.

Esto es un arma de doble filo, pues al llevar al poder a gente que no está preparada para el cargo corren el riesgo de que esos gobiernos empiecen a golpear el barco morenista y finalmente hacer un hoyo en el casco que lo haga perder muchos votos.

A pesar de todo esto, Morena tiene a favor que hay unidad (de momento) en el interior del partido y que parece que empezarán a institucionalizar al partido para evitar fugas, traiciones y abandonos de militantes o peor aún, de políticos en cargos de elección popular que decidan agarrar monte.

Los partidos que tienen la situación más complicada (va en orden de peor a menos peor) son el PRI, PRD, PT, PVEM, Movimiento Ciudadano y PAN. En el PRI hasta hace dos semanas existían dos grupos que nada más esperan que se abra la convocatoria para formar partidos políticos nacionales para abandonar el tricolor y esta última semana se sumó Antorcha Campesina que también levantó la mano y hará su luchita igual que Murat padre y Corriente Democrática. Será un golpe muy duro para el PRI pues en 2004 perdieron al sector del SNTE y ahora perderán el sector Campesino con posibilidades de que se separe también la CNC. De conseguir el registro las tres corrientes, el PRI se las verá negras en 2021 y quedará convertido en un partido satélite que jugará con quien le dé más espacios al puro estilo del PT o PVEM.

El PRD también corre riesgos de dividirse pues si bien eliminaron de sus estatutos las corrientes de opinión y crearon al estilo PT la dirigencia colegiada, curiosamente dentro de dicha dirigencia colegiada están miembros de las cinco corrientes de opinión que quedaron después de que las demás se fueran a Morena. Tanto Nueva Izquierda como Galileos están preparando maletas y apalabrando a quienes puedan para llevárselos a su nuevo partido que veremos lo empezarán a construir nada más se lanza la convocatoria. Es una pena, pero la suerte está echada en el PRD a menos de que las otras tres corrientes se sometan a NI y Galileos.

El PT y el Partido Verde son una moneda al aire pues el primero depende totalmente de la alianza que logre con Morena, aunque los morenistas ya vieron que simplemente son un cero a la izquierda y es mejor jalar ellos solos o bien aliándose con los del Verde ya que los del PT son unos canallas y son famosos por chantajear después de la elección como sucedió con el PRD en su época, con el PRI y ahora con Morena y PES en 2018. El Partido Verde tiene a su favor que conserva un voto duro de 5% o 6% aún más que el que tiene ahora el muy mermado PRD que ronda entre el 3% y el 4%. Ustedes mismos verán cómo el Verde desde que hizo alianza con Morena no hace declaraciones, son borregos, siguen las órdenes y no pintan en ninguna de las dos cámaras y aparte le regaló a Morena el estado que gobernaba que es Chiapas sin grilla ni ningún problema.

Movimiento Ciudadano está haciendo las cosas bien y como siempre ha manejado muy bien su propaganda en radio, tv y redes sociales. Poco a poco ha crecido en algunos estados y se han dedicado a fortalecerse en puntos neurálgicos. De esa forma fue como consiguieron ganar la gubernatura de Jalisco, ya que desde 2006 prepararon el terreno, no tienen prisa, pero caminan de manera constante y sin marcha atrás. Su objetivo a mediano o largo plazo es Nuevo León donde consiguió una senaduría y diputaciones locales.

Finalmente, el PAN corre el riesgo de perder una buena cantidad de militantes si la pareja Calderón-Zavala consiguen fundar el partido político Libre que conseguiría atraer a miembros distinguidos del panismo que jalarían bastante militancia. También podemos decir que buscarían rescatar los principios, fundamentos y mística del PAN de los 70s, 80s y 90s. A este partido se integrarían también personas de clase media, media alta y alta que son de pensamiento de derecha conservadores pues.