El gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, termina sus sexenio de manera patética. Lo que empezó en 2015 como un triunfo ciudadano, al terminar le hegemonía del PRI y del PAN llevando a un candidato ciudadano al Ejecutivo estatal, se convirtió en fiasco tres años después cuando el Bronco se lanzó a buscar la Presidencia de la República de la mano de su expublicista de cabecera Guillermo Rentería.
Ahora Memo Rentería ya no está con Rodríguez Calderón, pero se llevó de las arcas estatales alrededor de 50 millones de pesos cuando ambos personajes señalaron siempre los contrario. En septiembre de 2016 el Bronco se envalentonó: “Seguiré haciendo los videos que me dé mi regalada gana con mis propios recursos”. Y Memo en mayo de 2017: “El gobierno como tal no ha sido negocio para mí… Esto es como mi hobby”.
Habrá que revisar todos y cada uno de los cheques expedidos a la empresa Mercadotecnia de Emociones de Rentería. Y cruzar las fechas en las que el Bronco anduvo en campaña presidencial y la expedición de pagos. El periódico El Norte lo da por hecho: los 23 pagos por la producción de videos, casi la mitad, le fue pagado en el 2018, precisamente el año electoral, el año de los tres meses de veda publicitaria.
Por otro lado, aunque se trate del mismo tema, el periódico Milenio de Monterrey destaca: “Aunque el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación calificó al Congreso local como rebelde al no sancionar al gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, y su secretario de Gobierno, Manuel González, por desvío de recursos humanos durante su campaña como candidato a la Presidencia, diputados locales aseguraron que están en tiempo y forma y acatarán la instrucción.
“(…) La ley marca una sanción que incluye una infracción de 80 millones de pesos aproximadamente por cada funcionario, destitución del cargo e inhabilitación de funciones”.
El gobierno del Bronco no soportaría una revisión administrativa a fondo. Sus proyectos, como la presa Libertad, ya no van. El Metro sigue sin avances significativos y la gobernanza está paralizada. El Bronco “avanza” sobre un fin de sexenio patético. Como dicen los choferes de los camiones a los pasajeros: “Favor de avanzar hacia atrás”. Ni modo.