La extradición de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo” a Estados Unidos ha sido fuente de comentarios, críticas y opiniones a nivel internacional.
Recientemente, surgió una nueva pregunta que está en discusión tanto en Estados Unidos como en México.
¿A cuál de los dos gobiernos pertenece legalmente la fortuna del delincuente?
Y no es poca cosa.
Basta recordar que, a finales de la década pasada, la Revista Forbes, a la que parece no importarle el origen del dinero, lo incluyó en la lista de los hombres más ricos del mundo, con una fortuna calculada en mil millones de dólares.
Y ahora resulta que sus abogados son dos defensores de oficio que le brindan asesoría gratuita, ya que aseguró no tener dinero para pagar a un abogado particular.
Y, ¿qué opinan en Estados Unidos de la reciente pobreza declarada por el líder del Cártel de Sinaloa?
Los fiscales estadounidenses Robert Capers y Arthur Wyatt, no creen que el delincuente mexicano califique para recibir ese tipo de beneficios, que se pagan con los impuestos de los ciudadanos estadounidenses, y mandaron una carta solicitando al juez que lleva el caso, que indagara la situación financiera de “El Chapo”, creador de la organización criminal más grande y lucrativa del mundo.
Pero, al juez Brian Cogan le bastó una declaración firmada, en la que Guzmán manifestó su imposibilidad para pagar los servicios de un abogado defensor.
Queda una pregunta en el aire.
Si “El Chapo” no tiene dinero para pagar a un abogado, ¿cómo va a poder cubrir los 14 mil millones de dólares que el gobierno estadounidense pretende requisarle, asegurando que son producto de tres décadas de actividades criminales?
Y es que no sólo son los gastos de El Chapo; cinco personas que testificarán en su contra, cuya identidad se ha mantenido en secreto, también fueron representadas por defensores federales de oficio.
Durante la primera audiencia, la sala se llenó de periodistas, de medios locales e internacionales y afuera del juzgado se reunieron personas que, con banderas de México y pancartas con mensajes en inglés, mostraban su apoyo al traficante, que con apenas un año de primaria había controlado a un país entero.
Surgen de inmediato, otras preguntas.
¿Cuánto vale El Chapo, política, diplomática y económicamente para México?
¿Qué va a ganar el Gobierno mexicano por haber entregado al delincuente a la justicia de Estados Unidos?
¿A cuál de los dos países pertenece dicha fortuna?
No hay que olvidar que desde 1999, el Congreso de Estados Unidos otorgó poderes a la Oficina de Control de Actividades Extranjeras, para intervenir las cuentas bancarias del narcotráfico y aquí en México, el diputado Federico Döring Casar, de Acción Nacional, declaró que presentará una propuesta para que el Gobierno de Enrique Peña Nieto luche por la fortuna de El Chapo con el vecino del Norte.
La moneda está en el aire.
Dos cortes de Estados Unidos reclaman el dinero de El Chapo. Ambos gobiernos han requisado cuentas y propiedades del criminal.
¿Qué debe hacerse con ese dinero? ¿A quién pertenece?
Incluso, existe el rumor que el Gobierno de Estados Unidos lo podría utilizar para financiar la construcción del muro.
Veremos en qué termina este complejo asunto.