El magnate coreano Pumsoo Ra ratificó ayer desde Seúl su oferta para comprar el avión presidencial, pagarlo de contado, quitarle a México el compromiso de la deuda con el proveedor y ofrecer al gobierno un catálogo de opciones para que ahorre muchísimo dinero en materia de transportación de los funcionarios federales.
El presidente de la empresa Cerritos Holdings, con sede en Seúl y operaciones en todo el mundo, explicó que dio instrucciones a su representante en México, Andrés Marcelo Arredondo Méndez, para que reactive el contacto con las autoridades federales a fin de concretar esta oferta, que según los últimos avalúos realizados en California -a donde fue enviado el TP01 hace un año- su costo oscila en los $130 millones de dólares.
Sobre la información dada a conocer ayer en la conferencia mañanera, Arredondo Méndez especificó que operacional y financieramente sería más conveniente para el gobierno federal hacer el trato con el empresario coreano, debido a que eso evitaría dividir en 12 partes las acciones para la compra de la aeronave, posibilidad que circuló ayer en diversos medios.
“Esa partición obligaría al gobierno a negociar y mantener relaciones con 12 empresas, cuando con Cerritos Holdings todo se haría mediante un depósito en efectivo por el valor actualizado del avión y no habría necesidad de negociaciones posteriores”, dijo y agregó.
“El gobierno recibiría el dinero de inmediato y de inmediato dejaría de pagar intereses y mantenimientos”.
La oferta del magnate coreano -líder mundial en el sistema sale lease back- incluye varias posibilidades para que el gobierno escoja la que mejor le acomode.
“Una de ellas es comprarlo, acondicionarlo a cómo el gobierno quiera y rentárselo con un contrato muchísimo menos agresivo que el que actualmente paga a Boeing y de ésta manera, los viajes del presidente y de muchos de sus funcionarios serían menos caros que los que hoy resultan al estar viajando por aerolíneas comerciales.
Además, está el tema de la seguridad y del hecho de que cada vez que el presidente vuela, pierde comunicación con sus cabezas en cuanto a temas cruciales de gobernabilidad”, añadió Arredondo Méndez.
Otra es el “sale and lease back” en sí, que consiste en pagarle al gobierno mexicano el valor actualizado de la aeronave; luego, Cerritos Holdings absorbería la deuda remanente con el dueño del avión -que es Boeing- y en seguida, lo rentaría a alguna aerolínea como Emirates u otras de ese calibre, que le darían a Pumsoo Ra una renta que estaría dispuesto a compartir con el gobierno mexicano.
Con esta operación -insistió Arredondo Méndez- el gobierno se ahorraría cientos o miles de millones de pesos en pago de intereses, mantenimiento, administración de hangares, sueldos de personal altamente especializado y boletos de avión pagados a aerolíneas comerciales, con la ventaja ya citada en materia de seguridad y contacto con las riendas del País.
La oferta de Pumsoo Ra puede abarcar a todas las aeronaves que siguen dando servicio al gobierno federal. “Si el señor presidente y sus colaboradores quieren vendérmelas, también se las puedo comprar”, puntualizó.
CAJÓN DE SASTRE
“Ahora que el avión presidencial vuelve a México después de un año de estar varado en California, aquí está quizá el único empresario a los que AMLO ha invitado para que le entren a la compra de la aeronave. El coreano tiene con qué y suena a buen negocio para el gobierno aceptar su oferta”, opina la irreverente de mi Gaby.
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PLÁCIDO GARZA. Nominado a los Premios 2019 “Maria Moors Cabot” de la Universidad de Columbia de NY; “SIP, Sociedad Interamericana de Prensa” y “Nacional de Periodismo”. Es miembro de los Consejos de Administración de varias corporaciones. Exporta información a empresas y gobiernos de varios países. Escribe diariamente su columna “IRREVERENTE” para prensa y TV en más de 40 medios nacionales y extranjeros. Maestro en el ITESM, la U-ERRE y universidades extranjeras, de distinguidos comunicadores. Como montañista, ha conquistado las cumbres más altas de América.