En búsqueda del hueso mágico
La mayoría de los candidatos a la gubernatura, alcaldías y diputaciones en Nuevo León y los otros estados donde habrá cambio en los poderes de los virreyes sexenales -con excepción del de Bonilla en BC, que duró apenas dos años- en su búsqueda del hueso mágico, han desatado una lluvia de promesas de campaña que rayan en la más pura distorsión copro encefálica.
Les platico: pareciera que sufren de un virus de la más peligrosa variante que existe: la "sepa".
Sepa el diablo de qué hablan.
Sepa el demonio de dónde van a sacar recursos si el gobierno del Bronco va a dejar a Nuevo León más quebrado que PEMEX y la CFUE, que ya es mucho decir.
Sepa la fregada cómo le hacen para hilar tal cantidad de promesas oníricas que ni ellos mismos se creen.
Sepa el Dios de Spinoza cómo le van a hacer para que a la gente se le olvide tanta sandez, y si llegan a ganar...
Sepa la tiznada qué tendrán qué hacer para que no les restregue la gente en su cara, que son puro pico de perico.
Muy poca tela hay para el análisis de sus alocuciones públicas y privadas.
Un ojo al borrador del candidato hormiga
El trabajo periodístico de estos días se centra en leer, desmenuzar datos, cruzarlos con fuentes de información fidedignas y escribir apreciaciones que dejan muy mal parados a la mayoría de ellos.
Hace unos días leí el borrador de uno de los candidatos a la gubernatura de Nuevo León -del sexo masculino, para ser preciso- que me filtró uno de sus más allegados para que le hiciera el favor -así me dijo- de echarle un vistazo, y se lo regresé con un solo comentario: parecen hormiguitas.
Me regresó el supuesto "elogio" con un whatsapp donde se desvivía en agradecimientos por haberle dicho eso.
Pero el buen señor que tuvo la osadía de consultarme no captó mi mensaje.
Con "parecen hormiguitas" quise decirle que su candidato y sus asesores tienen cerebro de hormiga.
Además quise decirle que como buenas hormigas, se andan matando entre ellos, entre su candidato y los de los otros partidos.
No me entendió. Es evidente que no me entendió.
Asesores de campañas políticas
Y eso les pasa a los que tienen la mollera bien abollada.
En sus mensajes a la ciudadanía, pareciera que quieren darle al pueblo "bueno", atole huachicoleado, esto es, ni el atole es auténtico. Lo rebajan literalmente con verborrea, slogans y publicidad pagada que les cuesta una fortuna y que les cobran unos cabrones bien hechos llamados ellos mismos "asesores de campañas políticas" y que de todos, no se hace uno.
Son "generales" o se dicen que lo son, pero muestran el peor cobre que ni un cabo cuarto de caballería mostraría en su jale.
CAJÓN DE SASTRE
"Pobre México con estos políticos que se dan unos a otros con la chancl... y amarilla, para acabarla de joder", dice la irreverente de mi Gaby.