Cuando se mezcla el talento con la filantropía
Irreverente
El talento llenó un lugar al que por la pandemia solo pudimos entrar 60 afortunados, pero que de no haber sido por eso, pudo haber colmado diez veces -o más- el foro de la Escuela "Adolfo Prieto" CONARTE, del Parque Fundidora.
Les platico: cuando se mezcla el talento con la filantropía, sucede lo que hace muchos años me dijo el extinto maestro de ópera Xavier Garza Treviño: "si tu tocayo canta Tosca como lo acaba de hacer en el MET, se va a caer el Teatro".
Y como Plácido Domingo cantó aquella memorable noche del Monterrey de mis años juveniles, mejor que en el MET, el Cine Florida de Calzada Madero no solo se cayó, sino que meses después lo derrumbaron para construir ahí un horroroso centro comercial.
¿Saben qué? La noche de este jueves 4 del pandémico marzo, la "Adolfo Prieto" se hubiera caído, de no ser por las restricciones sanitarias que tienen en jaque toda actividad cultural y artística en éstas bárbaras tierras del norte... y en todo el país... y en muchos otros países.
Cuando Alejandro Pérez nos invitó a la irreverente de mi Gaby y a un servidor, le insinué que podría publicar en DETONA una nota previa anunciando el concierto de presentación de los jóvenes talentos que auspicia MOS, que él preside.
Y me dijo, "mejor no, porque nada más podemos recibir a 60 personas y queremos que vayan todos los consejeros" y yo pensé: "ojalá vayan también los empresarios que aún no le meten lana a MOS, y por eso me dio mucho gusto ver y saludar en primerísima fila a mi querido compadre César Cadena, el zar de los energéticos en México -y no precisamente las bebidas tipo Red Bull- al lado de Jorge Vázquez, que sí es consejero de MOS.
Y también me hubiera gustado ver por ahí a Ricardo Marcos, presidente de CONARTE, que es de los que no solo van a dar el mensaje de apertura de las -¿extintas?- funciones artísticas, sino que se queda a disfrutar del espectáculo, como buen melómano y sibarita que es de las bellas artes.
No les digo que me hubiera gustado ver a los candidatos a la gubernatura, alcaldías y demás hierbas políticas, porque -salvo honrosísimas y muy claras excepciones- a esa estirpe de mexicanos no se le da este tipo de cosas.
Y es que en el radar de todos quienes son capaces de matar e inmolarse por servir a la ciudadanía -ajá- organizaciones como MOS deben aparecer con luces neón para llamar su atención y merecer el acceso directo a los presupuestos que del erario reciben los gobiernos y los legisladores.
A diferencia de mi reseña sobre la anterior presentación de MOS, quiero platicarles y a destacar el increíble talento que estos jóvenes artistas, destilan por todos sus poros.
Ejecutaría aquí un impromptu si me pongo a narrarles la calidad vocal e interpretativa de quienes se adueñaron del escenario con un temple digno de profesionales de alcurnia.
Prefiero decirles que los regiomontanos debemos sentirnos orgullosos de que bajo nuestros cielos haya personas de tan generoso desprendimiento de sus peculios, que hacen posible la explosión de calidades artísticas como las que presenciamos éste jueves.
Desde ésta mi trinchera mediática, aporto el presente artículo, como una manera de difundir una obra, que de tan noble, enaltece a quienes la hacen posible y más en tiempos en los que salir de los encierros sanitarios obligados por el bicho, se vuelve casi una labor de supervivencia.
Además de aplaudir a los talentosos actores de la ópera y a sus maestros, aplaudo también a Alejandro Pérez Elizondo, Gustavo M. de la Garza Ortega, Alberto de la Garza Evia Torres, Jorge Vázquez González, Luis Montemayor Chapa, miembros del Consejo de MOS.
Y a sus patronos: Bernardo Elosua Robles, Javier Luis Ibarra de la Garza, Pedro Madero Gámez, Alejandro Probert Gámez, Jacques Berrebi, Patricio Garza Garza, Bárbara Herrera de Garza y Ernesto Canales.
Al cuerpo docente: María Katzarava, directora vocal; Rennier Piñero, director de interpretación y escena; Alejandro Miyaki, director musical; Ranniely Piñero, expresión corporal; Alberto Alonzo, asistente de dirección musical; Orlando Meza, asistente de dirección escénica.
Patricia Pérez, coordinadora y productora; Manuel Machado, asistente de producción, Luisa Mordel, Margarita Cadena, Diana Ramírez, Alicia Muñoz, Isabella Sifuentes, Patricia Pérez, Erbely López.
Y antes del "The End" de las películas, a los pianistas Rodrigo García Vargas, Amaury Ríos y -last, but not least- Ifi Lejarza, quien se llevó varios gritos entusiasmados del público, de "¡pianista, pianista!, pues estaba cantando mientras el piano tocaba!!!
CAJÓN DE SASTRE
"Deliciosa velada y afortunada de haber estado ahí", remata la irreverente de mi Kalifa.