En Sonora habíamos estado acostumbrado a tener seguridad, (dentro de los límites permitidos) esto lo comento no sin antes aclarar que resulta muy ambiguo decirlo, ya que cada víctima del delito, siempre estará afectada, sin embargo nos enfocaremos a un análisis de lo que se ha vivido en los últimos años.

Una de las pautas que vino a cambiar la seguridad en Sonora fue la desaparición del periodista Alfredo Jiménez Mota, hace ya 11 años, desde ahí todo cambió, desde el miedo al tema de la corrupción dentro de las filas policíacas, hasta la llamada nota roja en el ámbito periodístico.

Sonora vivió una escalada de violencia del 2003-2009, por una  parte  la causa era provocada por  la famosa “guerra contra las drogas” que se dio a nivel nacional por el entonces presidente Felipe Calderón, pero además se vivió algo poco grato en la historia del estado, ya que fue la  época donde más policías asesinaron  y eso vino a desencadenar una falta de respeto hacia la autoridad, así como lo lee y le pondré el siguiente ejemplo, en muchos países del mundo y nuestro vecino del norte no es la excepción, al asesinar a un policía, las autoridades se vuelcan en dar con los responsables y detenerlos, ya que si bien es importante hacerlo ante cualquier ciudadano que le suceda, hay un código no escrito que si la delincuencia empieza a matar policías, es un claro mensaje de guerra y de poder, para hacer doblegar a la autoridad.

Después en ese mismo sexenio, se crea la Secretaría de Seguridad Pública del estado, a su vez la policía estatal preventiva, la cual venía a reforzar las tareas de vigilancia y de seguridad, una policía novata la cual no tenía una base sólida ni una experiencia en sus integrantes, dado que la policía estatal Investigadora era la que desde siempre se había ocupado de las labores de seguridad en todas sus modalidades, es decir “la apaga fuegos”

El que algunas policías municipales en Sonora no dieran el ancho no es algo nuevo, pero para eso estaba la PEI (Policía Estatal Investigadora)  presente , y también en su principal función,  en la investigación de los delitos.

Sin embargo en la administración 2009-2015 la PEI, terminó de ser desmantelada en todos los aspectos, desde el cierre de bases operativas que al parecer fueron 22, lo cual implicó que los delitos quedarán sin atención y uno de los sectores más afectados fue el de los ganaderos al crecer los delitos de abigeato, todo esto motivado desde la falta de recursos (viáticos, gasolina etc) se imagina usted amable lector si en su trabajo lo mandan a determinado lugar a cumplir con el trabajo pero le dicen: “Tú te encargas de tus gastos” .

Y  por si no fuera poco le restaron partida presupuestal a la PGJES (Procuraduría General de Justicia del Estado de Sonora) al grado que personal de la institución llevaba su propio papel de baño y artículos de limpieza para encargarse de dichas labores  y por consiguiente a dañar la operatividad de la PEI.

Si bien es cierto la seguridad no depende sólo de las acciones de la policía, lo que sí es cierto que tenemos una PEI desgastada y eso debe encender los focos rojos ya que la historia nos señala que ellos han sido los que mantuvieron la seguridad por muchos años y hoy es la policía menos apoyada y actualmente estamos viviendo las consecuencias.

Urge un cambio de fondo en la PEI ya que a su actual director le tocó vivir los momentos más violentos en Sonora, cuando le  mataron más personal de su equipo, además de que en los últimos años no hubo resultados positivos en la corporación ni se defendió el desmantelamiento de la institución en el sexenio pasado.

La Policía Estatal de Seguridad Pública, dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública de Sonora, esa policía bien gracias, durante todo el tiempo desde su creación no ha alcanzado el grado de madurez requerido y mientras sigan nombrando personas de fuera de nuestro Estado sin compromiso y además no cumplan con la carrera policial para la promoción de nuevos mandos en ninguna de las corporaciones, los índices de criminalidad estarán en aumento

Se necesitan jefes y líderes dentro de la policía y no personas que no peleen las causas primero de los policías, para que de esa manera nuestros policías en un clima de tranquilidad hacia el interior puedan darnos resultados a nosotros como sociedad.

La policía en Sonora está en desánimo, y eso es un foco rojo para nosotros los ciudadanos.

Creo y estoy convencido que sí es posible retomar mejores niveles de seguridad pero urge un cambio hacia el interior de las policías, los policías desafortunadamente no tienen voz porque  ellos son institucionales, pero ya se cansaron de esperar a que cada seis años  llegue un jefe a querer hacer mejor las cosas y lo único que encuentran es desánimo y falta de oportunidades para crecer en una carrera policial.

Por otra parte, quien había sobrevivido a diferentes gobiernos (inclusive sexenio anterior) fueron  las reuniones de PISA (Policía Internacional Sonora-Arizona) quien por más de 35 años había estado en la agenda del Estado, y que es única a nivel Estados Unidos/México con excelentes resultados, pero tal parece que a la actual administración no le interesa.

@EmilioHoyos777