Alejandro Moreno Cárdenas (“Alito”) no ha quitado la mirada sobre la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRI; quiere dirigirlo.
¿O la cúpula priista no cesa en impulsarlo? Y si hubiera riesgo de apagón, tendría otro candidato: José Ramón Narro Robles. ¿O no?
Por lo pronto, Moreno Cárdenas anda imparable en la búsqueda del respaldo para dirigir el PRI nacional. Y tiene legítimo derecho como todo priista.
A lo que no tiene derecho es a descuidar su tarea como Gobernador Constitucional del Estado de Campeche, cargo que asumió el 16 de septiembre del 2015.
Está en su 4º año de gobierno, y debe cumplir cabalmente con el periodo de seis años para el cual fue electo; o, en su caso, renunciar a la gubernatura para que pueda dedicarse de tiempo completo a sus actividades como aspirante a presidir el CEN del PRI.
Bueno, en realidad los cargos de elección popular son irrenunciables. Pero algunas constituciones locales emplean el término; otras, el de separación definitiva.
Como sea, si Moreno Cárdenas quiere pregonar con el ejemplo el cambio en este partido, debería empezar por separarse de la gubernatura de Campeche a la de ya.
No esperar el plazo que establezca la respectiva convocatoria a la elección interna, la cual, por cierto, será emitida el miércoles 10 de abril por el Consejo Político Nacional.
Como dice la vox populi: “No se puede tragar pinole y andar en la procesión”.
Cómo es posible que el responsable de la suerte de una entidad federativa ande tan fresco realizado actividades distintas a su investidura; o sea, atendiendo otras prioridades.
Mmm… ¿La Constitución de Campeche dispone gobernador interino por elección directa o indirecta?
Seguramente por elección indirecta mediante los representantes populares ante la ausencia absoluta del gobernador a más de la mitad del periodo.
Bueno, pues que proceda en consecuencia.
Esperar la emisión de la convocatoria para la elección interna del PRI y el plazo que ésta señale para separarse de cargo de elección popular, sería tanto como distraer recursos públicos de Campeche en la aspiración de “Alito”.
Incluso, según los últimos acuerdos la fecha límite de registro para contender en el proceso interno; o sea, de registro de candidaturas, es el 10 de mayo.
Todavía falta un mes. Y generalmente las convocatorias priistas exigen la separación del cargo público o partidista, previo al registro de candidatos, como requisito de elegibilidad.
Y mientras Moreno Cárdenas no se separe de la gubernatura de Campeche dará pie a la sospecha sobre el uso de recursos públicos. Claro, cualquier acusación deberá ser probada de manera fehaciente.
Sin embargo, cabe preguntar: ¿En qué viaja cuándo acude a la Ciudad de México a entrevistarse con cuadros priista con miras a la elección interna? ¿En vuelo comercial, en aeronave privada o en avión del gobierno de Campeche?
Para hablar por teléfono celular, ¿usa el móvil oficial o un personal? Los desayunos, comidas, cafés y demás con motivo de sus encuentros con los respaldos priistas ¿los paga con dinero de las arcas campechanas o de su propio bolsillo?
Son preguntas sobre trivialidades. Sin embargo, en política la forma es fondo. Y por más pequeño el pecado, no deja de ser pecado.
No sea que vaya perdiendo por nocaut.
Pregunta: ¿O “Alito” solo se separará del cargo para competir por la presidencia del CEN del PRI si ve posibilidades reales de ganar la elección interna?
Con eso de que en corrillos priistas se comenta que Narro es también prospecto de cierto grupo igualmente afín al peñismo.
Veremos qué pasa. Los tiempos están corriendo y ya la próxima semana (según los últimos acuerdos) se reunirá el Consejo Político Nacional para ver lo relativo a la emisión de la convocatoria para la elección interna, en cuya organización participará el Instituto Nacional Electoral.
URO EN SU TIERRA NATAL
El miércoles de la semana en curso, Ulises Ruiz Ortiz estuvo en la capital de su estado natal: Oaxaca. Y en conferencia de prensa, el aspirante a la dirigencia del PRI nacional consideró necesario la existencia de piso parejo en la próxima elección interna.